Me compraron una tarta para mí cumpleaños, y estaba espectacular. Sin duda, repetiremos.
Después de varios años sin venir por la isla, sabía que en mi visita, además de los lugares típicos, iría a Arrecife para visitar sin falta esta pastelería. Es una delicia y no lo digo por quedar bien. De verdad que merece la pena. Llevan 19 años y se nota que dominan. Los pasteles son suaves, sabrosos, no empachan... Puedes comer tres sin problema, porque no te dejan sensación de abotargamiento como en otros sitios. Las galletas de la base están muy bien elaboradas, sin llevar exceso de mantequilla ni azúcar. Las cremas, suaves y esponjosas. Y la cobertura, fina.y elegante. Si sois golosos, no dejéis de pasar por allí. Merece la pena.
No es fácil verla, pero merece la pena buscarla. Aunque en plena Manolo Millares, pasa bastante desapercibida. Muy buenos dulces, con una elaboración diferente, y mezcla de sabores curiosa. Para salirte de los clásicos hojaldres y dulces llenos de nata con cosas, o cosas con nata. Muy agradables en el trato, y café decente. Para buscarlos y repetir.
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