Lo tomamos como punto de partida estregico para realizar las visitas a todos los puntos de interés de la zona.
Precio razonable, buena atención, habitaciones correctas con todo lo necesario.
Parking en el mismo establecimiento.
Bufé libre para el desayunos normal. Lo justo y necesario.
Dispone de piscina.
Segundo año que acudimos a este establecimiento y, seguro que volveremos.
Paramos de paso a tomar un café porque vamos en moto y tras días de viaje hacia falta cafeína, un calor que se caían los pajaros.. la terraza tiene vapor de agua, cosa que agradecimos muchísimo porque era insoportable. El café estaba buenísimo, no comimos porque ya íbamos comidos pero los platos que sacaban tenían una pinta increíble, volveremos solo para probar esos platos.
Fue el único lugar donde aceptaron a las 15:40 aún cuando todos dicen que cierran a las 17. La comida estaba buena, pedimos costillas de cerdo y la carrillera y estaban muy bien. La chica que nos atendió guapísima y muy amable.
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