Hemos visitado este restaurante y, sin duda, ha sido una experiencia excepcional. Nos recibieron con amabilidad. La variedad de platos que probamos fue simplemente deliciosa. Pedimos ensalada de ahumados que estaba riquísima, fresca y bien presentada, los canelones deliciosos, el revuelto de setas fue sin duda uno de los platos favoritos de la mesa, muy cremoso, y con gran variedad de setas. En cuanto a los platos principales, elegimos el cordero al chilindrón y el solomillo al roquefort. Ambos cocinados a la perfección, con carnes tiernas y jugosas que se deshacían en la boca. Los postres sorprendentes!! Pedimos distintas tartas; de queso, de naranja, de frutos secos y de frambuesa. Cada bocado era una explosión de sabores y texturas (por poner un "pero" la de frutos secos me pareció demasiado intensa). El flan con nata también merece una mención especial, ya que era suave y delicado, con una rica capa de nata por encima que lo convertía en una verdadera delicia para el paladar. Además de la excelente comida, el servicio fue impecable. El personal fue amable, atento y siempre pendiente por si faltaba agua, vino, pan... Comimos sin ninguna prisa y sin tener que esperar entre un plato y otro. En resumen, nuestra experiencia en este restaurante ha sido de 10. Sin duda, recomendaría este lugar a cualquier amante de la buena comida y puedo afirmar con seguridad que volveremos a repetir. Gracias al equipo del restaurante por su profesionalidad y por ofrecernos una maravillosa velada culinaria.

Un buen sitio para comer de menú del día, incluso en fin de semana (20€/pax). Bastante variedad y una atención súper amable.