Trato y servicio de 10. Comida abundante y buenisima. Fácil aparcamiento y sitio muy agradable. Volveremos seguro

Leo todo tipo de comentarios sobre este restaurante; en nuestro caso concreto, no podemos manifestar ninguna queja; reservamos para almorzar un domingo y cuando llegamos nos encontramos el salón principal abarrotado, ya que había una celebración; no obstante, nos habían respetado nuestra mesa y a pesar del alboroto y de los muchos comensales, la atención fue de lujo, hasta el punto de que el chico que nos atendió, que es, además, el cocinero, tuvo todo tipo de detalles; nos obsequió como entrante con un delicioso paté casero, plato que en carta tiene un precio de 7 €; creo que no hacer falta decir más. En cuanto al restaurante, muy bonito, muy amplio, un gran salón principal, otros dos en planta superior e inferior y terraza. Especialidad en arroces, que preparan al momento, aunque en la carta encontramos bastante variedad: entrantes, ensaladas, carnes y pescados; aparte de los ya comentados arroces: 8 variedades entre secos y caldosos y también con opción de fideuá. En cuanto a nuestra comida, como ya he comentado, muy bien, además del plato cortesía de la casa pedimos un entrante de surtido de croquetas y un arroz toscano (con solomillo, tomate kumato y provolone) para dos personas, aunque comimos tres. Muy original y en su punto; no terminamos con ganas de postre; con dos cervezas, dos refrescos y una copa de vino, una cuenta de 35 € para tres comensales y salimos a reventar y muy contentos de la comida y de la atención. En nuestro caso, no podemos ponerle ni un defecto.