Sushi 🍣 rico aunque no “excelente”. Apto para saciar ansias de comer comida nipona. El “Sake Sibuya” nos sorprendió positivamente por el lomo de salmón alto, (aunque demasiado frito, lo que choca con la esencia de productos frescos y poco manipulados que han de caracterizar al sushi). El “Sibuya Flamed” al estar flameado con el papel de aluminio tenía cierto sabor a quemado. Pagamos unos 50€ por dos personas (nos fuimos con hambre). Hubiéramos pedido algo más pero al tener sistema de reservas por turnos (al menos los fines de semana) no nos dio tiempo. Tienes 90 minutos para completar la cena, desde que llegas, te sientan y te atienden… por lo que puede llegar a resultar estresante comer bajo esa presión). Se recomienda reservar. El segundo turno suele tener menos gente por lo que pude comprobar, por si esto os sirve de cara a futuros usuarios. El postre de “Mochis” totalmente prescindible, por si podéis optar por otra variedad de postre, quizá sea mejor. Ambiente ruidoso, al ser viernes noche había mucho jaleo y gente apiñada en poco espacio. Servicio amable, aunque se veían estresados con tantos clientes y despejar las mesas por los turnos. Nos atendió Eddy que pese a estar en sus primeros días se mostró muy atento y puso todo su empeño. Seguro que con la práctica adquirirá más solvencia y manejo. Decoración agradable, en sintonía con el resto de franquicias a nivel nacional.