Restaurante tranquilo con personal muy amable. La comida ha estado muy buena y el servicio ha sido excepcional, ya que la comida ha sido servida justo a tiempo, no se acumulaban platos en la mesa ni había espacios prolongados de tiempo entre unos y otros.
Hemos pedido unas croquetas de boletus riquísimas, un queso frito muy bueno siendo una ración generosa, unas patatas bravas en su punto de picante, chipirones a la plancha a los que les faltaba un poco de sal, el entrecot buenísimo (ha sido mi plato favorito). En cuanto a los postres, un brownie con helado de vainilla muy bueno y una tarta de Oreo para repetir. A excepción de los chipirones, que no estaban malos, nos ha encantado y seguro que volveremos. ¡Lo recomiendo!
He de decir que mi opinión es muy particular y no debe condicionar a nadie para ir a los lugares que reseño, siempre es desde mi humilde parecer. Y siempre desde el más absoluto respeto. Al tema, todo en general muy bien, quizás el bacalao demasiado rebozado para un trozo tan pequeño. El trato muy bueno, pero el tiempo en servir la comida un poco excesivo. El precio por lo que se ve en las fotos fue 33,5 euros.
Comida muy sabrosa! Me ha sorprendido muy positivamente, el queso frito está muy jugoso y crujiente, si tienes oportunidad pídelo! El precio más alto de lo que esperaba ya que no había menú diario al estar en feria, igualmente volveré!
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