Restaurante griego auténtico en el corazón de A Coruña, decorado de tal forma que te sentirás en el Peloponeso.
La comida está bien, el problema es que es demasiado cara, pues tampoco es que sea deliciosa y el tamaño de las raciones es escaso. Para ir una vez cada varios meses.
![4]( "Recensione")
Soy descendiente de italianos por línea materna, de la zona de Calabria. La cocina griega y la del sur de Italia, la zona de donde es mi familia, siempre me parecieron muy similares. Así que las expectativas que tenía en este restaurante eran altas; hacía tiempo que queríamos ir pero por diversas razones no tuvimos la oportunidad. Por fin ayer fuimos y debo decir que Hellas cumplió sobradamente nuestras expectativas. La atención, excelente; la comida, abundante, de calidad y, lo más importante, riquísima. El precio nos pareció ajustado a lo que ofertan. Tomamos de entrante Saganaki de Langostinos, espectacular; después Sublaki y Tiropita, una empanada de tres quesos, caliente y bañada (literalmente) en miel y semillas de sésamo. Todo buenísimo, muy rico. No fuimos capaces de tomar postre ya que no nos entraba un gramo de comida más. De hecho, no le pongo cinco estrellas porque vamos a volver a probar más platos y, sobre todo, la famosa tarta de pistacho que no pudimos probar; cuando lo hagamos, actualizo la reseña.
Creo que es un restaurante muy recomendable, acerca la cocina griega, casera, a una zona tan lejana de Grecia como A Coruña. Repetiremos segurísimo.
Me gustó mucho lo acogedor que es el local y lo atentas que son sus camareras. Es como viajar al mediterraneo sin salir de Coruña. La comida correcta, aunque no tan rica como en Grecia.
Vale la pena ir a propósito. Comida rica con sensación de que estás en Grecia tanto por la decoración como por los platos, las cervezas o el café griego que puedes pedir. Raciones suficientes para compartir y precio acorde.
Una experiencia única que sin duda debeis probar. Cocina mediterránea con un estilo diferente, recomiendo las croquetas de Yogur Griego (karidokeftedes) y los sublaki
Una maravilla de sitio, la comida espectacular, al nivel de la gente que lo lleva y con el super plus de poder traer a tu hijo peludo. No se puede pedir mas, que gusto tener un restaurante como el vuestro en la ciudad 🥰
Estuvimos cenando el día de ayer en este maravilloso sitio y ha sido magnifico. Se trata de una EXPERIENCIA increíble, no solo para nosotros, si no también para nuestro perrito ya que él también tuvo su cena 🐶. El trato es tan exquisito que te hace sentirte como en casa pero a su vez tras cada uno de sus platos te transporta a Grecia. Os doy mis enhorabuenas y nos vemos de vuelta pronto.
Comida buenísima, La atención de 11, repetiremos fijo porque quedaron platos pendientes. 🤤🤤🤤
Llevábamos tiempo con ganas de probar este restaurante de comida griega y nos ha encantado. Carta sencilla y de mucha calidad, tienen vinos griegos como el de Retsina. ¿Qué recomendar? Sin duda, los langostinos con tomate y queso feta, el cordero y la tarta de pistacho. Tiene comida vegetariana y es pet-friendly. ¡Repetiremos! ⭐⭐⭐⭐⭐
No tiene nada malo, la comida es increíble (ingredientes de calidad, sabor inmejorable, presentación agradable), el servicio muy amable, el ambiente es acogedor. Obligatorio visitarlo!!! La tarta de pistacho es brutal. Dispone de opciones vegetarianas y puedes llevar a tu perrere!!!
Un magnífico restaurante en el centro de la ciudad . Sus platos y su elaboración es muy buena ,tiene una magnífica tarta de pistacho que está exquisita ; es imposible irte sin probarla.La atención es muy buena y a mayores de la carta te sugieren platos del día como la hamburguesa espartana , etc. Recomendable.
Buscando un sitio para comer en la Marina, para poder acercarnos a ver luego los veleros de la regata Tall Ships Race, nos decidimos por este local de cocina griega.
El local esta muy bonito y cómodo.
La atención recibida fue muy buena por parte de todas, con un servicio rápido.
Pedimos el fuera de carta del día (Dakos), un pan de pita a la plancha, con tomate y feta rallado que fue lo más rico.
Además pedimos otro entrante (las croquetas de yogur y nueces, lo más flojo para mi, sin ser mal plato), y dos platos principales que estuvieron estupendos: la mussaka (riquísima, con una carne perfectamente condimentada) y la empanada de 3 quesos y miel, que puede valer como postre perfectamente.
Para acompañar, además de agua, pedimos un vino griego (Retsina), que me sorprendió.
No tomamos postre, pero volveré para probar la mousse de pistacho
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