MARIA FERNANDEZ CUEVAS
+5
Tras una larga espera por fin pudimos disfrutar de la experiencia. Me encanta como reciben. Los cambios de estancias durante la comida. La presentación de los platos es fantástica. Se cumplieron todas las expectativas...
Segunda vez en Gente Rara, si hace un año nos encantó esta segunda visita nos ha alucinado todavía más.
Los platos sorprenden por su presentación, elaboración , mezcla de ingredientes que es una locura .
Los vinos acertadisimos, Félix un maestro.
El próximo año volvemos!
Excelente restaurante con estrella Michelin. Local con aspecto muy industrial que resulta muy acogedor. Durante la experiencia gastronómica se va pasando por los diferentes ambientes en distintos momentos. En la zona de restaurante, dónde se puede comer en mesas largas elevadas o en mesas redondas, se disfruta de la cocina en "directo", viendo como se elaboran platos y como se terminan diferentes presentaciones. Excelente atención del personal, que explican con todo detalle los platos así como las diferentes bebidas. Ambiente muy relajado. Buena relación calidad precio. Totalmente recomendable. Imposible comer sin reservar. Lista de espera.
Yo soy celiaca y pudieron adaptar súper bien los platos que no podía comer, además de los platos que llevaban queso que a mi acompañante no le gusta nada y también se los adaptaron genial. La comida de 10, nos gustaron todos los platos. Volveremos sin duda a probar el menú largo.
Fué nuestra primera vez en Gente rara, y la experiencia nos encantó. El planteamiento de cambiar de lugar con los diferentes platillos hace que la degustación sea màs amena; los productos mayoritariamente locales; la explosión de sabores que te invitaba a cerrar los ojos para descubrir todo lo que había allí y los camareros-cocineros que te explicaban cada cosa, muy amables. Me quedé con ganas de descubrir la degustación larga. Volveremos! Gracias por propuestas originales y sabrosas.
Simplemente espectacular, la espera mereció la pena… elegimos el menú lunático y teníamos claro que elegiríamos el maridaje, y acertamos, de la mano de Félix con sus explicaciones sobre los caldos y con su atención de 10 la velada fue top.
Imposible explicar todos los platos en la reseña, mejor reservar y disfrutarlo, nosotros repetiremos sin dudarlo.
De inicio a fin el personal a la altura del lugar.
Una experiencia muy única, los platos exquisitos y con ingredientes poco convencionales, el lugar es muy amplio y hermoso, el servicio muy amable y profesional
He tenido la ocasión, después de un año de reserva, de acudir al restaurante a cenar con mi pareja. Menú Lunático de alrededor de 30 bocados: no lo recomiendo para cena, es excesivo, pero queríamos tener la experiencia completa.
Para empezar la lista de espera es una absoluta burbuja (esto no es culpa de los propietarios). Si bien todo lo que rodea la comida es una experiencia y actualmente no hay nada similar en Zaragoza, lo verdaderamente importante que es la comida, en mi humilde opinión, NO está a la altura de la estrella Michelin. El menú es un recorrido muy sincero por los productos y gastronomía aragoneses y esto es de agradecer, y la presentación de los platos es impecable, más o menos bien explicados por un servicio atento aunque en algunos miembros algo inexperto. En general la mayor parte de los bocados estaban buenos, alguno no nos gustó, pero ni uno solo nos ha sorprendido o enamorado, que es lo mínimo que esperábamos.
En definitiva, si lo que buscas es disfrutar de una comida excepcional hay mejores opciones en Zaragoza. Si lo que buscas es una experiencia global y diferente está bien y el precio justifica el trabajo que hay detrás, pero desgraciadamente no tanto el resultado.
Por causas del destino, este fin de semana pudimos visitar de nuevo de Gente Rara Restaurante tras 2 años, experimentar su merecida ⭐ Michelin y podemos afirmar que disfrutamos de la mejor experiencia gastronómica del año y en el top vital.
Un concierto perfectamente orquestado por Cristian, Sofía y su equipo, dónde se suceden un sinfín de pases variados bajo una cocina honesta, de producto de proximidad y de vanguardia como hilo conductor. Una montaña rusa de sensaciones con diferentes paradas a lo largo del local, armonizadas por excelente producto gastronómico aragonés, con guiños a la matacía, caza y la casquería. Nosotros escogimos el menú más largo, Lunático, dónde se sucedieron 3 horas y media de hedonismo culinario que recomendamos encarecidamente 😍🙌.
Y no podía ser menos la parte liquida, el espectacular sumiller Félix Artigas se adaptó a nuestro gusto y nos sugirió tantos vinos como se le ocurrieron para nuestra sorpresa y disfrute, aunque los iremos desgranando poco a poco en próximas publicaciones 🍷🤝.
El año pasado ya auguramos la ⭐ y vista la evolución de la propuesta, con la humildad, cercanía y pasión por el trabajo bien hecho, auguramos a este ritmo ⭐⭐🤞.
Daniel Fernandez Alvarez
+5
Fuimos desde Madrid y el viaje valió la pena. Supero nuestras expectativas, ahora entendemos porque 1 año de espera para la reserva.
Continúen con ese excelente trabajo y el trato tan exquisito al comensal.
Enhorabuena
Una experiencia diferente para disfrutar de la gastronomía en Zaragoza. Tiene dos menús, con precios de 75€ y 100€ más agua (embotellada de verdad, nada de grifo filtrado), café y bebidas.
El local tiene unas pocas mesas y una gran barra a lo largo de la cocina, desde donde ves como se desarrollan los platos y como avanza el menú. Tanto la comida como el servicio, excelentes. Acompañamos la comida con una botella de Bosque de, que encajaba perfectamente con esta experiencia gastronómica!
Todo me pareció estupendo y sabroso, desde la bebida que te ofrecen al llegar, a los aperitivos servidos como si estuvieras en el salón de tu casa o al resto de la comida, que más que describir, aconsejo descubrir!!
Tomamos el menú chalado con suficientes pases que te permiten apreciar el alto nivel culinario. Todo es "raro" ya que nada es lo que parece, salvo los sabores. De hecho no pongo título a las fotos para que cada cual se sorprenda.
Hay un trabajo tremendo detrás de cualquier plato, por lo que hay que felicitar al chef y a su equipo. Es una maravilla ver como van preparando los distintos platos ante ti. La experiencia culinaria es muy original por el entorno y por cómo se desarrolla la comida.
Sólo añadir que aunque el carrito de los quesos era espectacular, la ración me pareció un poquito escasa, pero quizás porque estaban muy ricos.
Hay un detalle que modificaría y son las sillas altas que al cabo de un rato resultan incómodas.
Estrella totalmente merecida!!
Otro concepto de lo que significa comer, mezclas diferentes con texturas muy especiales y una presentación muy cuidada. El lugar con su aire industrial y tan abierto ,que ves como los elaboran y te hacen partícipe del proceso. Un servicio impecable con Olaya amabilísima como referencia. Hay que tener claro dónde vas porque la propuesta es muy diferente. La dedicación al producto aragonés dándole una vuelta con mezclas sorprendentes destaca. ¡Una experiencia fantástica!
Muy buena experiencia. Servicio muy amable y atento, aunque en ocasiones había que esforzarse para entender las explicaciones del personal. Local original, lo único que no nos gustó fue que éramos una pareja y nos pusieron en la barra en una esquina, cenando ambos demasiado separados.
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