Estábamos buscando un restaurante para una ocasión especial para celebrar el cumpleaños de mi esposo, ¡y debo decir que fue la mejor elección! Tuve el placer de cenar en un restaurante fantástico en Zaragoza recientemente, y definitivamente es un lugar que recomiendo mucho a otros. La calidad de la comida fue excepcional, con productos naturales que tenían un sabor increíble. Los precios eran razonables, considerando la calidad excepcional de los platos. Lo que realmente destacó fue el servicio excepcional, especialmente de nuestro camarero Alexey, quien se aseguró de que nuestra experiencia gastronómica fuera excelente. Un agradecimiento especial al Chef Ivan en la parrilla por crear comidas tan deliciosas. Desde los entrantes hasta los postres, cada bocado fue un deleite. Definitivamente se ha convertido en uno de mis lugares favoritos en la ciudad, y no puedo esperar para volver por más delicias culinarias.
Habíamos reservado para comer, al tomar la nota no anotaron que íbamos con carros de bebés, cuando llegamos y el dueño vio la situación rápidamente adaptó la zona y el espacio para que estuviésemos cómodos.
Hay varias cartas con diversos tipos de menús.
El menú que seleccionamos tenía una ensalada que llevaba salmón y no venía indicado en la carta (ensalada del chef), al tráela e indicar que teníamos una alergia de forma inmediata nos prepararon otra.
La comida muy buena.
La atención buenísima, personal muy agradable.
Para acceder a los aseos hay que bajar escaleras, y no hay aseo accesible.
Comedor al lado de las brasas, lo que le da muy buen ambiente. Tienen varios menús con diferentes opciones y precios. El ternasco a la brasa de los mejores que hemos probado. Atención amable, atenta y profesional. Buena relación calidad-precio. Totalmente recomendable.
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