Cada vez que vamos a comer o cenar salimos encantados por el trato exquisito y la comida espectacular.
Relación precio-calidad inigualable
Son todos unos profesionales extraordinarios.
Sitio acogedor.
Volveremos sin duda alguna
Excelente lugar. Todo lo que yo busco en una cena distendida. Buen ambiente, local reducido, trato cercano y mucha calidad. Tomamos unos entrantes exquisitos, ensalada casera, piparras, gulas, trigueros con foie y tras ellos un extraordinario Skrei y lagarto a la plancha. Buen vino de Toro y un variado de repostería, helados y fruta fresca cerraron un menú seleccionado por Pedro, su propietario y gran profesional
Ya había ido en una ocasión y me gustó esta vez fuimos 4 a comer, pedimos una ración de jamón que estaba bien, unos pescados fritos que estaban buenos, pero yo fui para comer sargo, comimos 3 y nos pareció espectacular, sin embargo la carne estaba bien pero quizá esparaba más, los postres caseros muy buenos, sobre todo el flan, y el helado de Kinder buenísimo.
Si queréis comer un buen pescado no dudéis en ir, no os arrepentiréis.
El precio acorde a la calidad, aunque yo preferiría que tuvieran una carta aunque tuviesen platos fuera de ella para evitar sorpresas.
Por cierto destacar la buena atención por parte de Pedro y la chica que nos atendió.
Buenos pescados. Restaurante pequeñito, servicio un poco lento pero se compensa con el trato que dan al pescado. El camarero muy amable, servicial y simpático. Aconsejo pedir mesa. Precio entre 40/50€ que si que lo vale.
Dejarse aconsejar por Pedro ha sido todo un acierto. Vinimos recomendados y con razón, es uno de los restaurantes que te dejan huella, porque tanto el producto, como el servicio son excelentes. Sólo pensar que no tiene carta, ya te da la tranquilidad, de que lo que vas a comer está fresco. Repetiremos cada vez que pasemos por Zaragoza.
Lo encontramos casualmente, paseando por la zona, y nos llevamos una muy grata satisfacción. El local está regentado por un cocinero y un camarero, ambos super amables y atentos. Cenamos gambitas al ajillo, ensalada de ventresca y un pescado (no recuerdo el nombre) a la brasa.
¡Imponente!
Sin duda repetiría si vuelvo a pasar por Zaragoza
Sin filigranas, sin florituras, sin palabras de sobra. Simplemente excelente comida. Cocina tradicional difícil de encontrar hoy en día, tan acostumbrados que nos tienen, platos preparados.
Muy buen trato y comida excelente, precio acorde. Muy aconsejable. Preparan un buen menú para grupos.
La verdad es que la comida es de calidad y se nota que tiene un punto de frescura en comparación con otros lugares. No te suelen dar carta escrita, te dicen lo que tienen en cuanto a platos del día. Pero la comida lo compensa. A mi juicio, un lugar para repetir
Nunca te cansarás de sus elaboraciones de pescado. Uno de mis favoritos en Zaragoza sin duda.
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