Encontramos este restaurante por casualidad al ir por la zona a hacer una ruta de senderismo. A pesar de entrar a las 15:30 h y estar hasta arriba nos dieron mesa y nos atendieron maravillosamente bien. La comida abundante, buena calidad y deliciosa. La sidra está buena. Precio acorde a lo que viene a ser un menú sidrería. Tienen terraza en caso de no haber sitio en el interior. La terraza tiene buenas vistas de la zona y le da tanto sol como sombra. Tienen menú infantil y en la terraza deben de dejar entrar con perros o animales de compañía porque tenían un bebedero con agua. Lo recomiendo sin duda y volveré.
Nos ha gustado mucho, hemos elegido el menú y ha estado muy bien relación calidad-precio. Además, nos han dejado entrar con nuestra perra dentro, lo que para nosotros es un plus añadido. Lo recomendaré y volveré sin ninguna duda. La camarera ha estado muy atenta y eso que estaba ella sola atendiendo a todos. Muchas gracias.
El sitio es precioso, la comida esta muy rica y el servicio muy bueno, muy atentos y agradables. Volveremos otra vez sin duda. Si le tengo que sacar alguna pega, el precio es un poco alto, aunque la calidad lo merece.
El sitio es una pasada, con muy buenas vistas y un ambiente muy agradable. Pedimos el menú de chuletón y no puedo sacar ni una sola pega, el chuletón a la piedra espectacular, al igual que todos los platos del menú (tortilla de bacalao, el chorizo a la sidra, la ensalada, postre y hasta las patatas fritas). Es una visita obligada que voy a hacer cada año. Hay sidra a discreción en un barril que tú mismo puedes escanciar. El servicio también es espectacular, nos trataron como si estuviéramos en casa.Un 10!!
Súper recomendable.
La comida está exquisita. Especial mención a las migas, la carne y los postres. Además, el trato es espectacular. Volveremos 100x100
No nos apetecía el menú y han sido muy
Amables y nos han sacado una ración de calamares, una de migas y otra de chorizo a la sidra. Todas buenísimas. Totalmente recomendable
Excelente menú de sidrería, con carne de muy buena calidad. Mención especial también al flan de queso. Entorno muy agradable con vistas preciosas desde la terraza.
Increíble restaurante familiar que encontramos de casualidad estando de vacaciones por aquí. Empezando por el local, súper acogedor y tranquilo, y su terraza con vistas, muy bonito. De comer pedimos el menú chuletón, que nos dejo sin palabras. Incluía ensalada súper completa, tortilla de bacalao, chorizo a la sidra y chuletón (con las mejores patatas fritas que he probado nunca), además de la sidra que quisiéramos (ya que nos la echábamos nosotros mismos del barril), café y postre. Todo de más que buena calidad y se nota que es comida casera hecha en el momento y con pasión. El trato inmejorable, gracias Heidi por servirnos, faltan camareros con tu buena actitud y alegría.
En conclusión, comida que te alegra el paladar, platos de tamaño muy muy bueno, local estupendo y servicio que no se encuentra en casi ningún lado.
Lo recomiendo sin ninguna duda, y de seguro volveré.
Le doy un 10000/10
Es menú sidrería. Puedes elegir entre chuletón o entrecot, ambas opciones buenísimas. Si vas con niños hay platos sueltos que puedes pedir, a los míos les encanta la longaniza.
La camarera que nos atendió muy amable también.
Muy buen lugar, en plan sidrería con dos menús en el que cambia plato de carne principal (chuletón o entrecote).
Todo muy rico (en especial la tortilla de bacalao y pimientos 🥰).
Nos pareció muy bueno por el precio que es.
Repetiré con SuperGirl si se deja ...
Si lo que quieres es visitar la casa de tu abuela en pleno corazón del Pirineo, este es tu lugar. El trato recibido por parte de Heidy como si nos conocierade toda la vida y la atención que le puso al servicio fue increíble. Fuimos dos parejas a cenar a la terraza y el menú de chuletón nos dejó boquiabiertos. Cada plato que llegaba era mejor que el anterior y no paraban de sorprender. Primero una ensalada con una bonita presentación, segundo unos chorizos a la sidra impecables, tercero trajeron unas tortillas de bacalao deliciosas y cuarto y lo más esperado unos chuletones de medio kilo para cada uno que hicieron que se nos saltarán las lagrimas. Cuando vinieron para ofrecer el postre nos sorprendió que también fueran caseros y vinieran incluidos en el menú, ya que el precio es perfectamente asequible (40-30€ dependiendo de si eliges chuletón o entrecot).
Sin duda volvería si viviera por la zona cada semana.
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