Encanto asturiano :). Comida como se espera encontrar en un lugar así, perdido entre montañas, y con un ambiente familiar y entretenido con los paisanos del lugar. La tortilla a la sidra muy buena, y los dueños unos tíos muy majos.
Pasamos varios días por la zona y siempre acabábamos el día allí. Un lugar estupendo para comer ( recomendable 100% tanto la tortilla a la sidra como la rellena) y pasar un rato agradable sobre todo con los dueños, Marta una mujer encantadora y Diego su hijo, dos personas que te hacen sentir como en
An error has occurred! Please try again in a few minutes