![4]( "Recensione")
Restaurante ubicado en Villamuriel de Cerrato, para mi mítico, aunque para tomar algo ya que es la primera vez que como aquí.
Local muy amplio, disponiendo de varios espacios y comedores, y decoración muy bonita para mi gusto, ambientado en la época medieval, pero a la vez moderno, y tengo que destacar que a pesar del calor tan bestial que hacía en la calle, en el comedor se estaba de lujo. Los baños estaban bien.
La carta es bastante variada; nosotros pedimos el menú, que estaba genial ya que era variado.
Pedimos de entrante gazpacho de sandía, aunque de sabor no lo diferencié del normal, pero estaba bueno.
De primero arroz con rabo de Toro, que era una ración bastante generosa, y me encantó, estaba muy bueno y sabroso.
De segundo pedimos solomillo al Pedro Ximenez, con puré de patata, esta ración ya era más escasa, pero suficiente; me gustó bastante de sabor, lo único que destacaría es que lo pedí al punto tirando a poco hecho y me lo dieron demasiado pasado, se me hizo demasiado seco, y finalmente no lo pude acabar, la carne así por más que lo intente me estropea el plato.
Tomamos vino tinto de la casa, hecho por ellos mismos, de esto no diré nada ya que no entiendo mucho, soy de vino blanco.
De postre pedimos sorbete de mojito que no triunfó demasiado y tarta de queso que no estaba mal pero las he probado para mi gusto mucho más buenas.
La atención del personal fue profesional, eran atentos y bastante agradables.
La relación calidad precio normal tirando a alto.
Lo que podrían mejorar es que algunas raciones se quedan un poquito cortas.
Por lo demás, todo bien.
![5]( "Recensione")
Varias veces he intentado ir, pero sin éxito. Esta vez con reserva previa por fin lo he conseguido. Comida y reencuentro con un viejo amigo. Vimos el menú por Facebook y decidimos reservar.
Pedimos lo mismo; arroz con bogavante y estofado de lechazo churro a la toledana y vino de la casa. De entrante una cazuelita de barro con patatas revolconas, originario de El Tiemblo, donde se suelen denominar igualmente patatas revueltas, meneadas o removidas. Si que eché en falta los tropezones de panceta churruscadita pero aún así estaban muy buenas. Nos ofrecieron varios tipos de pan a escoger; algo que casi nadie hace. Para beber un agua en botella serigrafiada del restaurante y un jarro de barro con vino cosechero de Valbuena de Duero; excepcional.
El arroz con bogavante servido en cazuelita con asas no me motivó más que lo justo; mucho calamar, un trozo de nécora y un pedazo de pinza de bogavante. La cantidad correcta, pero de sabor se quedaba muy plano aún así dimos buena cuenta de ello. Poco tiempo de espera para el principal que se anunciaba como he dicho “estofado de lechazo churro a la toledana” .
Pues bien, lechazo no era, sino cordero que es así con esta res como se hace a la toledana. Eché de menos la zanahoria y el jamón, pero la ejecución muy correcta; en su justa medida.
En el postre pedimos arroz con leche y yo cremoso de frutos rojos; compartimos unas cucharadas e inmediatamente me parapeté detrás de la copa del cremoso que estaba espectacular. Dos cafés y nos obsequiaron con mini bombones helados y pasamos a un poco de tertulia.
Por supuesto que para repetir y lo mejor de todo el servicio…
A quien corresponda; cuida del capital humano de este negocio porque nos hicieron sentir como en casa o quizá mejor aún. Bravo por todo este equipazo.
El sitio espectacular, un entorno muy agradable…
Hasta pronto.
Comida deliciosa y un trato excelente , hemos hecho varias celebraciones y sin duda lo recomiendo
Ayer comí con mi familia(todas las edades, desde 93 a 9 años)....la comida, en calidad y precio lo que habíamos contratado todo correcto.Pero quiero destacar la profesionalidad,el calor humano y los detalles como personas/clientes que percibí en todo momento y sin duda; Dan un valor añadido a un rato familiar.Buen trabajo chic@s .Volveré y lo recomendaré.
Invitamos a unos amigos de Bilbao a comer el menú de fin de semana. Sabíamos que íbamos a acertar y no nos defraudó. Nos atendieron de maravilla durante toda la comida.
Pedimos de primeros: menestra, timbal de langostinos, mango, aguacate (super rico, fresquito), y morcilla de villada con pasas y foie (qué rico, por favor!). De segundo: lechazo al horno, chipirones rellenos de rabo de ternera (un poco rarito, la verdad) y carrilleras con setas, miel y verduritas (para morirse 🤤).
Qué decir de los postres?? Para chupar los platos.
Estuvimos de sobremesa un buen rato aprendiendo cosas de la zona.
Todos nos fuimos muy contentos y con ganas de volver. Incluso los de Bilbao 😉
Todo perfecto y buenísimo volveremos a repetir el personal muy amable, un sitio acogedor y buen ambiente
Rubén Bartolomé Henares
+5
Bar-Restaurante en Villamuriel, junto al Canal de Castilla. Los que somos de aquí es de sobra conocido después de las varias gerencias. Bien decorado, zona de bar superior y comedor en planta baja. Aunque tiene escaleras en todos ellos también disponen de acceso por rampa y ascensor para personas con movilidad reducida.
Fuimos a comer un sábado 3 personas, menú de fin de semana: dos entrantes y postres variados fijos y 4 primeros y 4 segundos a elegir, más bebida, café y pan. 34€/persona.
Entrantes: tosta de salmón y consomé de tomate y albahaca. Muy buenos.
Primeros: los tres elegimos el arroz meloso de chipirones y gambas. En su punto y muy sabroso.
Segundos: los tres de nuevo elegimos lechazo asado. Aunque para mi gusto estaba un pelín alto de sal (pero es gusto mío porque siempre cocino sin sal) no estropeaba el sabor que era bueno y jugoso, acompañado con ensalada.
Postres variados: muy rico el helado de mojito.
Las raciones eran generosas y suficientes. El trato por parte del personal muy correcto.
Desde que entramos por la puerta la experiencia ha sido inolvidable. El sitio es espectacular y el horno de leña de pelicula. Desde los entrantes hasta los postres se notaba que la calidad de los ingredientes era de primera y su elaboración deliciosa. El trato recibido ha sido inmejorable, nos hemos sentido como en casa. Sin duda repetiremos.
Productos de la tierra bien tratados y muy sabrosos.
Algo caro pero la calidad es genial, con gusto se paga.
Camareros rápidos y atentos.
El sitio es muy bonito con un gran salón en piedra y madera como un castillo.
Y tiene una gran terraza para tomar una copa después o el café.
Restaurante ubicado en Villamuriel que dispone de varios espacios y comedores, muy amplio. La carta es variada y la atención del personal es profesional. La relación calidad precio regular puesto que algunas raciones se quedan algo cortas, es el punto que podrían mejorar. Por lo demás, todo bien.
Fuimos a comer el menú especial buscasetas y la verdad que muy bien. Buenas cantidades y buen sabor. El vino de la casa muy correcto y una atención excelente
Muy recomendable, buena relación calidad precio; camareros muy amables y profesionales. El comedor es muy amplio con separación suficiente entre las mesas.
Una oferta culinaria espectacular. Marisco, arroces, carnes y pescados al horno de leña tradicional castellano. Nos dieron una mesa a buena hora, aunque nos dijeron que estaba lleno. Lo que comprobamos cuando pasamos al comedor. Tomamos un buen verdejo y unas tapas de morcilla de Burgos y banderillas, mientras esperamos para comer. Nos pasaron al segundo comedor que es otra nave de bodega más profunda e igual de bien acondicionada y acogedora que la principal. Espacios amplios con la nueva normativa.
Pedimos pulpo con alioli y patatas revolconas muy ricas y morcilla de Fuenteandrino con huevo y patatas para compartir, imaginativa elaboración como sorprendentes sabores. Y después un sabroso arroz con carabineros.
Bien atendidos por profesionales amables muy pendientes y con todo en su tiempo.
Un lugar acogedor donde se come genial.
Un gran lugar, muy bonito estilo medieval con las modernidad de hoy, se come de maravilla, su calidad y precio son correctos. Ya es la segunda vez que voy y salgo contento y con la barriga llena. Se come bien. El lechazo tierno y muy sabroso.
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