El restaurante es muy acogedor,desde el momento que entras por la puerta te sientes como en casa .
Nosotros comimos junto al ventanal con unas vistas maravillosas.
Comimos a la carta, la verdad que todo riquísimo!
El trato del personal es inmejorable,los productos son de km 0 y de razas autóctonas gallegas .
Las raciones adecuadas con una elaboración y presentación muy cuidada.
También dispone de menú del día .
Tienen opciones para celíacos e intolerancias y ponen mucho cuidado y atencion.
Sin duda alguna un lugar donde disfrutarás de principio a fin .
Todo rico y buen servicio.
Me prepararon una ensalada fuera de carta por petición mía. Camareros muy atentos.
Riquísima la foccacia
Indescriptible. Atención inmejorable. Patricia en concreto fue un amor con nosotras. La tarta de queso ha sido la mejor que me he comido en mis 29 años de vida. El risotto me encantó tambien. El langostino era muy fresco y jugoso. La sopa de tomate con bonito muy fresquita y riquísima. Las croquetas muy cremosas.
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