Hacía tiempo que no comíamos tan bien! Hemos salido encantados de este restaurante familiar, acogedor y centrado en la calidad por encima de la cantidad (apenas tiene 6-7 mesas). El cariño con el que se desviven en servirte y atenderte, te hacen sentir como en casa. Una bodega bastante amplia y una carta que, sin ser muy extensa, está lleno de muchísimos matices y sabores. Cenamos un tomate con paleta para empezar y compartir, siguiendo con las carrileras y el arroz meloso con hongos. Inmejorables: deliciosos y raciones suficientes. Los postres caseros y elaborados, de muchísima calidad y siguiendo con los sabores y matices, en nuestro caso la torrija y el arroz con leche. Finalmente, el precio muy ajustado y muy acorde al producto y la elaboración que se requieren los platos. ¡Sin duda volveremos!
BRUTAL!! Increíble, cocina y servicio! Bacalao Riquísimo , nos lo emplazaron par compartir ! Y Manitas super recomendadas ! Y el postre de los postres …. Crumble de manzana y uvas!!
Una carta muy apetitosa!!
Una comida muy agradable en la terraza. Son muy amables. Se toman tiempo en explicar los platos y no te puedes resistir a pedir todos. Cuando llegan a la mesa no defraudan, los que tomamos estaban todos deliciosos.
Comida espectacular, tomamos ensalada de queso, croquetas, bacalao y arroz con calamares y langostinos, buenísimo todo y los postres torrija y arroz con leche sobre hojaldre son de morirse. Además el equipo es fantástico, profesionales, atentos sin agobiar, se nota que ponen mucho trabajo en lo que hacen. El precio nos pareció muy bien y también tienen menú del día que volveremos para probarlo.
La terraza es tranquila y muy agradable. Da gusto encontrar joyas así en la tierruca.
Lo descubrimos por casualidad y nos gusto tanto que reservamos para volver al dia siguiente.
La comida un acierto, probamos la ensalada de tomate con cerezas y queso de la zona, taco de bonito encebollado, ensaladilla, hojaldre de foie con cabello de ángel, croquetas, torrija de sobao y muffin de sobao (en dos dias). No podemos elegir una sola cosa, todo nos encantó.
El vermut lo elaboran ellos y es muy especial.
Avisamos que ibamos con silla de ruedas y fueron muy amables, el interior tiene un pequeño escalón que con cuidado se puede salvar, el exterior es un poco más complicado porque tiene tres escalones, el baño no es accesible.
Las mesas de exterior estan debajo de arboles lo que hace que sea muy agradable estar allí
Parada obligatoria!
Restaurante con mucho encanto y muy acogedor. Pocas mesas y una terraza ideal para verano.
Cristian y Vanesa le dan una vuelta a los productos de la zona para crear platos y combinaciones que te dejarán con ganas de volver para probarlos todos. Siempre tienen un par de platos fuera de carta con los productos más frescos y de temporada.
Comida casera que prioriza la calidad y proximidad con muy buenos precios y aún mejor servicio!
Totalmente recomendable. Sitio para repetir
Elena Sanjuan villarroya
+5
Todo lo que hemos cenado estaba delicioso. Platos muy elaborados y los postres de estrella Michelin. Cenamos en la terraza, con ambiente acogedor. Totalmente recomendable. Precio medio de unos 25 €.
Una experiencia de 10, desde la comida hasta el trato del personal, que nos atendieron muy adecuadamente y muy atentos. Son los dos unos profesionales. A destacar los postres, eran caseros y distintos a lo habitual. Volveremos seguro
Expectacular. Comida exquisita, el sitio súper acogedor. La carrillera se deshacía en la boca, el bonito riquísimo y la ensalada con cerezas una mezcla riquísima. Sin duda un 20 de 10.
De inicio tienen cerveza @dougalls y @redneck lo que ya da pistas. Luego cuando pruebas la comida y experimentas en trato la apuesta sube. El entorno y que suenen los Rolling cuando llegas ya confirman la máxima puntuación que les doy.
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