Es un restaurante a pie de carretera con una pequeña terraza por lo que si vas con niños pequeños hay que estar pendiente de ellos, de que no se vayan a la carretera.
Hay unas cuantas plazas de aparcamiento gratuito junto al restaurante (nosotros aparcamos sin problema).
Una vez dentro, el comedor n
Comimos hoy con mi familia y fue un gran descubrimiento, comida genial, ambiente igual y los camareros increíbles recomendado 100x 100 y volveremos sin duda ;) gracias
Un restaurante muy recomendable. La comida de optima calidad y los postres estaban de muerte. El menú que tienen... un cocido montañes escandaloso, un rabo estofado, el codillo... no puedes equivocarte. Está todo muy muy bien.
Comida casera espectacular,churrasco y alubias riquísimas,probé también el lechazo supertierno.El trato estupendo es más se nos averió el coche y llegamos tarde y nos dieron de comer sitio recomendable si o si
Lugar acogedor muy bien comunicado. La comida de gran calidad a un precio realmente competitivo. La carne te la sacan con brasa, ademas de acompañarla con patatas y ensalada. Los postres caseros!! Si estas por la zona atrévete a entrar y dejarte degustar por su calidad. Sin duda un lugar al que vol
Conocemos el lugar desde hace más de veinte años. En su día, la pensión estaba de cine. Ahora está más centrado el negocio en el restaurante.
Hacía tres años que no íbamos y nos volvimos a meter unas alubias en olla ferroviaria y unos asados. Buenísimos. Los postres impresionantes. Muy recomendable.
Un restaurante de los de antes. Donde el tiempo se ha detenido.Gracias a eso un cocido montañés muy ricooo. De las carnes los riñones como las mollejas a la parrilla recomendables. Y el servicio muy acogedor y bienvenido. Recomendable para disfrutar ese cocido.
Muy buen sitio para parar a comer. Paramos un poco por casualidad pero a todos nos sorprendió lo bien que se come y además por un precio muy correcto. Muy recomendable sin duda. El rabo de toro buenísimo y el solomillo muy tierno y jugoso y los postres caseros y ricos.
Trato cordial y muy cercano. Carlos, supongo que el gerente y a la vez camarero nos ha tratado estupendamente, sacándonos algunas sonrisas. La comida tradicional/casera de la zona que con el menú que nos sirvió y algún detalle que se sacó, te quedas más que satisfecho. Y como no, los postres fueron
Todo buenísimo, el cocido montañés, el rabo de toro y la carrillera .
Y de postre tarta de queso al horno y la el arroz con leche.
El trato muy bueno.
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