Hacía unos cuantos años que no venía a comer a este restaurante que fue un referente en el centro de Valladolid, famoso por sus tablas, raciones, mollejas.....
La tabla para dos personas, a 40 €, ya no es lo que era, aunque no está mal para el precio, con mucho calamar con excedido de rebozado y cuatro langostinos sin demasiado sabor. Las chuletillas y el lomo, estupendos.
El comedor sigue siendo el de siempre, de dimensiones comedidas pero con encanto, bajando las empinadas escaleras hasta la "mina".
El servicio muy amable y atento. No tenían la botella pequeña de Prado Rey anunciada en carta a 11 € pero nos compensaron con una botella grande de Viña Mayor Roble 2016 excelente y por 10 €.
El café sigue siendo de puchero como antaño.
En definitiva, una buena elección en una zona con muchas opciones.
Íbamos a comer un menú que nos pareció un poco caro (23€ por persona por ser domingo) y al final pedimos dos platos de la carta (el arroz negro con calamares y la pata de pulpo) que nos encantaron, al igual que la mousse de limón. No es un sitio barato pero todo estaba buenísimo, de buena calidad y el personal amable y correcto. Lo recomiendo !
Pinchos buenisimos y el trato de los camareros genial. Te explican con paciencia de que se compone cada pincho.
Comida elaborada con sabores explosivos… Destacar la amabilidad, simpatía y atención de Elvin, el camarero de la terraza.
Muy buena experiencia, buena comida, buen lugar, pero lo mejor de todo fue la atención de Katerin, un servicio de calidad
Tapas riquísimas y el jueves tienen tapas distintas por 2,40€ (tapa+bebida) y muy buen servicio. Lo recomiendo plenamente
Un sitio clásico que ha ido mejorando y modernizándose.
Destacan sus pinchos y sus dos raciones estrellas: las mollejas y las setas a la plancha.
Su relación calidad-precio es de las mejores de Valladolid.
Gente amable y tapas riquísimas, además te las hacen en el momento!!! Personal amable. Un poquito caro. La pega: No tiene ni una sola banqueta!!!! Muy buena situación, al lado de la plaza mayor
Uno de los mejores lugares para comer. Soy de Barcelona y en Valladolid este sitio me ha dejado con ganas de volver. La tostada de morcón es para chuparse los dedos.
Las mejores mollejas de Valladolid, y unos pichos estupendos, especialmente el de Oro y el Morcón. Si a eso le sumas a Carlos, com un servicio impecable, repetimos siempre que estamos en Valladolid
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