Celebración familiar con casi 20 comensales que resultó un éxito gracias al personal y al acogedor local con su decoración rústica.
No puedo calificar la carta porque era un menú cerrado predefinido pero la verdad que todo lo que nos sirvieron estaba para chuparse los dedos. Platos bien elaborados y presentados en cantidad más que suficiente.
El servicio fue rápido y a cualquier petición respondían con prontitud.
Excelente Restaurante, pedimos lomo que estaba muy bueno, unas croquetas de puchero y lo que nos encantó complementamente fueron los buñuelos de mejillón. Otra cosa que me gusta es que sirven línea Pepsi. El lugar a la noche es un poco ruidoso y con nuestra cena se demoraron un poco pero quizás fue porque estaba repleto. La atención de sus camareros es excelente. La puntuación es más cerca del 4,5 que del 4. Volveremos a buscar las 5 estrellas
Fui a comer entre semana. El local me encantó y me sorprendió lo grande que es. Las bravas son muy diferentes, las croquetas y buñuelos estaban muy buenos. El pulpo en su punto, lo único que disfruté menos fue la torrija que es de las de toda la vida que hacían nuestras abuelas, pero para mi gusto les había quedado un poco seca.
Nos gustó mucho empezando por la ambientación de bodega clásica, muy acogedor. Cenamos de tapas excelentemente. Muy destacables los Figatells de sepia y los espárragos con salsa romescu (esto segundo fuera de carta). Los torreznos algo más flojos pero bien también. Cuidada bodega y servicio rápido pese a lo lleno del local
Tanto el ambiente del local como la decoración son geniales. El servicio fue de 10, y la comida está toda buenísima.
Un sitio para repetir si te apetece comida mediterránea con los sabores de siempre pero actualizados.
Un sitio curioso y renovado.
Nos sentamos en la barra para cenar. La camarera de la barra trabaja muy bien.. iba a tope y aún así lo sacaba todo.
Pedimos la ensaladilla que estaba normalita, los torreznos que nos pareció que estaban algo crudos, le faltaban un punto. Pedimos también croquetas de puchero, lo mejor, y el figatel de sepia que estaban buenos.
Ambiente agradable
Lugar precioso.
Vine por que vi que rodaron una película aquí y me encantó.
Precioso lugar, comida excelente, y el trato de Claudio... espectacular.
Volveré muy pronto
Bonito y acogedor local, con un personal súper amable y unos platos exquisitos. Precio correcto. Sin duda para repetir.
Cena agradable.
Todo estaba muy bueno.
Las croquetas estaban riquísimas.
Buena atención del personal.
Fuimos a comer el domingo a mediodía, en ruzafa justo detras del mercado, una ubicación maravillosa, local enorme y tienen terraza, la carta no es demasiado extensa pero lo que probamos me gusto mucho. Especialmente la torrija y los figatells de sepia. El vermut casero también me gusto mucho, servicio muy atento, cercano y eficaz
Trato muy gentil, comida regular sin muchas variedades de plato por vegetarianos pero todo bien echo ...Ambiente muy acogedor recomando reservar ...en pleno centro del barrio de Ruzafa.
Hemos comido de picoteo, ha estado bastante bien, los figatells de sepia no han sido fotografiados, pero me nos han gustado mucho, así como la tarta de queso con un toque de cabra. Volveremos a por el arroz, un día con más hambre.
Fuimos a comer y todo estaba increíble, además los camareros y el cocinero súper amables y atentos en todo momento, sobretodo Atila. Volveremos siempre sin duda.
Genial local situado a pocos metros del Mercado Ruzafa. Como no, tiene una carta con platos preparados con productos de mercado. Esto lo hace irresistible.
Empezamos con una Ensaladilla Rusa, cróquets de puchero, buñuelo especial y pasamos al entrecot de vaca madura con guarnición. Todo riquísimo.
Pero reservas sitio para el postre. Tiene una de las mejores tartas de queso que he probado. Nos va a tocar a volver para probar los torreznos y el pulpo.
La decoración por dentro es preciosa. Perfecto para ir con tu pareja ;)
Hacia muchos años que no visitaba esta bodega, tantos que hace 3 años cambiaron de dueños y ahora se llama “amor amargo”. Nos apetecería una cerveza y picar algo pero no en mesa, sino en barra y aquí hemos estado como queríamos(en barra).
La bodega/restaurante es precioso, además para los nostálgicos como yo, que nos encanta la decoración de Antea y la comida sin complicaciones, os encantará. Un local grande con terraza exterior en la cual tienen estufas para invierno y un gran salón en la parte interior donde cada mesa está en la localización perfecta para que no pierda el encanto.
Me encanto todo, hasta la decoración del cuarto de baño. Respecto a la cocina, buena comida, sin grandes complicaciones, con buena atención y servicio rápido. Sin duda, un lugar para volver a visitar.
Ofrecen una carta a amplia de comida, cerveza y vinos.
Respecto a la zona donde está situado, el local está en calle peatonal y muy cerca del mercado de Ruzafa. Ahí encontrareis parking privado, ya que la zona tiene muy mal aparcamiento.
Estuvimos de visita en Valencia y decidimos probar este sitio porque nos llamaba mucho la atención. El sitio en sí es precio, guarda la estética de una bodega antigua. Acogedor y muy buen servicio. La comida muy buena y de calidad. Preparan diferentes tipos de vermut casero que está increíble.
Pedimos:
•Torreznos (Lo mejores que he probado)
•Croquetas de puchero. Buenísimas.
•Pluma ibérica con salsa de mustela y jengibre. Buenísima.
•Figatelli de sepia. Diferente y muy bueno.
•Alcachofas con gambas.
•Oreja
Resumiendo, todo buenísimo y a un precio justificado.
Es un local bastante amplio, con varios salones interiores. El que da a cocina a vista es bastante ruidoso. Los platos bien, el pulpo muy bueno, también la carrilera. El figatell de sepia no tanto, mejor dos que cuatro. Buen trato. Precio correcto, no barato pero tampoco muy caro.
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