Tienes que comer aquí sí o sí. Espectacular el arroz que pedimos. Primera vez que probamos un arroz mejor hecho que los que solemos hacernos en casa. La visita es obligada a este sitio. Con una atención muy buena. Ambiente genial del personal ya que es un negocio llevado por la familia y se nota en que las tonterías están fuera de este negocio.
Si quieres ir a un sitio para comer muy bien es aquí sin duda.
El postre buenísimo también y la torrija cocinada perfectamente.
Especial mención a la chica joven que nos atendió con una sonrisa siempre y eso se agradece y valora en momentos de estrés del servicio.
Las instalaciones pues son como ir al pueblo, aquí lo importante es la comida y las vistas son a los arrozales.
Espero haber ayudado a esa gente que tiene dudas de donde probar los arroces de verdad de Valencia.
Pidiendo agua, arroz para 2 y 2 postres salió por unos 20 euros. Muy buen precio para la gran calidad de la comida.
A tener en cuenta que el acceso a perros no está permitido.
Bar restauramte tradicional de la albufera valenciana. Parada matinal para ciclistas con ganas de tomar almuerzos variados y carne a la brasa.
Para comer ofrecen buena paella valenciana y arroz del señoret. La ensalada valenciana con buena racion de cebolla blanca dulce y pumiento verde en salmuera.
Los postres caseros de buena elaboracion, tarta de galleta y chocolate, tarta tatin de manzana, y un buen cremaet.
El sitio es espectacular, con unas vistas fantásticas del Albufera. Es una casita rústica convertida en restaurante, muy acogedora y que te hace sentir que estás comiendo la paella del domingo con la familia en tu propia casa. El personal es muy amable, el servicio rápido y la comida espectacular. Para lo que es el sitio y los productos el precio es estupendo también, no te quedarás con hambre. La paella tiene su socarraet y los postres son caseros, increíble todo. Vamos a repetir 100%.
Comida muy buena. Precios muy altos. El sitio es espectacular y más si vas con niños que pueden jugar en el parque que tienen detrás. El carácter del dueño, un especial, pero por el resto del servicio todo perfecto.
Hemos ido un par de veces a almorzar porque íbamos de paso con la bicicleta y la verdad que para esta misión es un sitio estupendo muy muy agradable para almorzar y tiene buena pinta para comer pero no lo he hecho nunca hasta ahora. Son muy agradables y la comida es de calidad.Hay brasa y carne de caballo que no es demasiado habitual en restaurantes.
Con un patio interior con jardín muy agradable y pintoresco. Comida valenciana tradicional con producto de alta calidad de la zona. La paella estaba un pelin salada para mi gusto y escaseaba el socarrat, pero estaba buena. Los postres caseros y espectaculares.
Arroz de galeras exquisito y las patatas bravas buenísimas. Merece mucho la pena probar las croquetas de jamón y trufa. La ubicación con vistas a la huerta preciosa. Personal muy atento y agradable en todo momento. Muy buen precio para la excelente calidad que ofrecen. Para repetir.
Fuimos a comer. El sitio es algo pintoresco con esos coches antiguos repartidos por la zona y una gasolinera cerrada con aire retro. El restaurante es de estilo totalmente informal, e incluso algunas zonas como los aseos y el parque exterior, necesitan mantenimiento. El servicio estuvo bien y la comida... normalita. Pocos calamares y muy pequeños en el plato, las tellinas sí me parecieron bien, la paella algo pasada pero con buen sabor y, por lo que llega a las cuatro estrellas, es por el tomate de la ensalada. Menudo tomate bueno bueno. Pero claro, eso no se elabora, se elige bien. Así que muy justito entra en las cuatro estrellas...
Buens comida, en un sitio encantador, con un servicio muy agradable
Una de las mejores paellas de pollo y conejo (de 10). Los entrantes muy bien también.
Cocina valenciana honesta y de calidad.
Terraza orientada a los campos de arroz y con un prado verde delante muy agradable.
Me habían hablado de los bocadillos de este restaurante que está pegado a una gasolinera por el Mareny de Barraquetes pero nunca había ido y la verdad es que me ha sorprendido gratamente, tiene un interior con un encanto especial, me recuerda a un museo del siglo pasado con los utensilios típicos de la época, también tiene una terraza en un patio trasero muy chula que estaban montando me imagino que será más para comidas y hay una terraza delantera que es donde he almorzado, era muy amplia y con un montón de mesas. Había mucha gente y era una hora temprana 👍🏻 pero realmente el sitio me ha gustado bastante. En el tema de los bocadillos he sido fiel a mi carne de caballo con ajos tiernos y queso y he de decir que no estaba nada mal y como buena mesa valenciana una ensaladita y unos cacaos para acompañar, el precio muy razonable creo que ha sido sobre siete euros por persona lo cual lo veo muy bien para un almuerzo de este nivel, el personal muy rápido y atento un sitio que sin duda recomiendo y que muy pronto volver a visitar 👍🏻👍🏻👍🏻👍🏻
Hemos vuelto después de 3 años y sigue siendo un sitio espectacular. La comida perfecta, las vistas fantásticas, pero sobretodo la atención del personal inmejorable. Sin duda volveremos otra vez.
Un sitio muy acogedor, con una gran explanada y una terraza maravillosa.
El servicio es muy atento y rápido.
La comida está espectacular.
Calidad-Precio teniendo en cuanta que son productos frescos, de la zona, y preparados al momento.
Un 10.
Una paella espectacular, buenísima, hemos salido encantados ! Volveremos, seguro !
Uno de los mejores sitios de la zona, por la singularidad del entorno, mirando hacia los arrozales, por la comida, hacen muy buenas paellas, recomiendo galera con sepia, y pedir el capellán desmigado. Además de la atención y servicio. Siempre que venimos salimos muy satisfechos.
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