Un sitio muy bonito y tranquilo. Trato muy amable. Muy recomendable para salir de la multitud de las playas. Lo único que no aceptan tarjetas por lo que no te olvides de llevar efectivo.
Fuimos a comer un sábado con lluvia de verano con la familia y el sitio resultó ser una de esas pocas perlas que quedan con menú tradicional catalán. Embutidos, queso, vino, escalivada, carns a la brasa etc Todo muy fresco y bueno. El camino para llegar y el sitio en sí con la ermita, patio y restaurante también es maravillosa. En total, la experiencia la tenemos guardada con alegría y volveremos cuando podamos. Lo último, trae cash, no aceptan tarjetas..
Fantástico sitio para tomar algo, desayunar o comer! La ruta hasta llegar es una maravilla, con unas vistas al mar increíbles! Buen trato y buen precio
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