Pequeña pero preciosa mezquita. Con mucha historia en la leyenda toledana. Primero mezquita, luego iglesia. Con una terraza con unas vistas muy bonitas de la puerta de bisagra y del arrabal de Toledo.
Incluida con la pulsera turística de los 7 monumentos. La visitamos dentro de un tour guiado de Pasearte Toledo que visita 5 de esos 7 monumentos.
Francisco Javier Gomez
+5
Otro gran ejemplo del genial trabajo de restauración realizado en Toledo. Es un edificio pequeño, apenas 81 metros cuadrados, pero repleto de historia y de encanto. Sus bóvedas todas diferentes, dejan pasar mucha luz a su interior que da una sensación de amplitud pese a su pequeño tamaño. Conserva pinturas románicas realizadas tras la reconquista de Toledo. Al lado hay restos de una calzada romana excelentemente conservada y que apareció durante la restauración del edificio.
La ermita o iglesia del Cristo de la Luz, anteriormente mezquita de Bab al-Mardum (en árabe: مسجد باب المردوم),De las diez mezquitas que llegó a tener la ciudad, es la mejor conservada. En época musulmana era un pequeño oratorio ligado a una puerta de acceso a la ciudad (Bab al-Mardum) para uso de los recién llegados a Toledo o para la preparación a la salida. Fue construida en el año 999, la época de esplendor del Califato de Córdoba, tal y como reza la franja epigráfica de su fachada de acceso.
Distintos elementos, principalmente un ábside, se añadieron en el siglo XII, tras la conquista cristiana de la ciudad, cuando Alfonso VI cedió el edificio a los caballeros de la orden de San Juan, que establecieron allí una ermita bajo la advocación de la Santa Cruz. Se considera esta ampliación la más antigua muestra de arte mudéjar de que se tiene constancia. El nombre que terminó llevando como templo cristiano proviene de la sustitución del cristo crucificado que se colocó cuando fue consagrada como ermita, por una imagen de la Virgen de la Luz posteriormente desaparecida. En la actualidad es un espacio desacralizado.
La planta es prácticamente cuadrada, de unos 9 metros de ancho, y genera, a partir de los cuatro soportes centrales, nueve compartimentos abovedados. El mihrab se encontraría a la derecha de la entrada, en el muro de alqibla, orientado al este. Se supone que el antiguo mihrab sería móvil o una hornacina, ya que no nos han quedado restos arquitectónicos.
El alzado consta de tres cuerpos, excepto el central que es de cuatro cuerpos. Las columnas se encargan de separar las naves que conforman el primer tramo las cuales se relacionan con los arcos de herradura del segundo tramo mediante cuatro capiteles visigodos reaprovechados. El tercer cuerpo lo constituyen las nueve bóvedas de crucería califal, pero la bóveda central se compone de un elemento que eleva el cuadrante central un poco más que el resto creando así una sensación centralizada de la planta (esto toma su origen en Bizancio).
La ampliación del siglo XII (1187) consta de un tramo recto cubierto con bóveda rebajada de ladrillo y un tramo absidial cubierto por una bóveda de medio cañón. Es interesante destacar los frescos del siglo XIII conservados (pantocrátor, tetramorfos, santos y un clérigo con una maza), y las inscripciones de caracteres cúficos carentes de significado, ya que era un tipo de decoración de la época.
Arcos y bóvedas de las naves.
En la fachada suroeste fue descubierta, en 1889, una inscripción que data la construcción de la mezquita y dice: "En el nombre de Alá, hizo levantar esta mezquita Ahmad ibn Hadidi, de su peculio, solicitando la recompensa ultraterrena de Alá por ella. Y se terminó con el auxilio de Alá, bajo la dirección de Musà ibn Alí, arquitecto, y de Sa´ada, conluyéndose en Muharram del año trescientos noventa (diciembre de 999)". Inscripción única en el Islam de occidente y en el arte oriental, por haber sido elaborada exclusivamente con fragmentos de ladrillos ordinarios. La fachada consta de un cuerpo con tres vanos de acceso, en el cuerpo superior arcos entrecruzados ciegos, un friso con decoración de sebka (red de rombos enmarcada), la inscripción y una cornisa; decoración común en el primer mudéjar toledano.
La fachada noroeste está formada por tres vanos de nuevo horadados que dan paso al patio de la mezquita, cubiertos por arco de herradura rebajados por unos arcos de medio punto encuadrados, es un simplificación típica en la Mezquita de Córdoba. El nivel superior se centra en varios arcos polilobulados que enmarcan unos arcos de herradura de estilo califal y decorados con dovelas bicolor de ladrillo, haciendo referencia a la mezquita de Córdoba. Un entablamento da paso a la cornisa final.
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