Ultrarrecomendable. Buena comida casera en un entorno natural muy bonito y tranquilo. El trato de Sebastiano es espectacular. Si todo el mundo fuera la mitad de amable que él, el mundo sería mucho mejor.
Ademas de ser un sitio encantador, y de que se come super bien, recibi una gran atencion seguro repetire no una, ni dos, si no muchas mas, lo recomiendo de principio a fin. :) y la reserva natural es espectacular.
Nach dem Besuch der Pont del Diable besuchten wir das Restaurant bzw. die Bar. Wir wurden sehr freundlich begrüßt und obwohl alle Tische besetzt waren, wurden für uns ein zusätzlicher Tisch und Stühle geholt. Im Schatten von Pinien und etwas Wind genossen wir ein paar Tapas
(Oliven, Brot und Patata
Amabilidad de parte del propietario nos preparo unas limonadas deliciosas para ponerles denominación de origen la verdad me encantó el trato el lugar a la sombra en plena naturaleza
Lo lleva un italiano encantador, pendiente siempre de agradarte y que disfrutes. Bravas buenísimas, y vermut potente pero muy rico. Muy recomendable!!!!
Lugar perfecto en la zona del Pont del Diable!
Ambiente muy agradable.
Un sitio muy recomendable tanto por el entorno como por el trato. Solo paramos a tomar algo pero volveremos seguro a probar la comida. Se llega despues de un paseo por el bosque y queda muy cerca del acueducto, de visita obligada. Un buen plan para el típico día tonto que no sabes que hacer y te ape
Un lugar precioso en plena naturaleza. La comida muy rica. El trato que nos han dado es difícil de encontrar hoy en día. Sebastiano es el alma de este sitio, no he visto ninguna persona más amable y atenta que él. Muchas gracias Sebastiano por ser como eres y por tu buen trabajo. Volveremos a vernos
Gran descubrimiento.
Atención al cliente muy personalizada, muy buena la comida y el entorno es fantástico. Precios justos.
El único defecto es que se escucha a veces el ruido de los coches de la autopista cercana, pero eso, claro, no es culpa de la gente que lleva el local, por lo tanto no rebaja
Excelente trato, raciones sabrosas y justas.
La tarta de queso casera está increíble, y el trato que recibimos fue amabilísimo.
Visitar el Acueducto, caminar los senderos y terminar en la Caseta ha resultado un planazo.
Sitio muy bien situado para pasar el día con la familia. Gente muy cercana y con mucha profesionalidad.
Recomiendo las patatas bravas, ponen buena cantidad y se nota que no son congeladas.
Acogedor, tranquilo y bien regentado , cocina de proximidad con trato familiar. Tiene una bonita terraza, excelente situación cerca del Pont del Diable. Puedes aparcar muy cerca.
Una maravilla. La camarera es un encanto, una cerveza buenísima con tapa, y encima le han puesto agua a la perrita sin pedirlo. Un 10
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