Pequeño bar de un pueblo de muy poquitos habitantes! No tiene carta, te ofrecen lo que tienen, que en nuestro caso fueron unas lentejas ( riquísima por cierto) y cordero ( riquísimo!) y son súper amables! Un trato muy cercano! Muchas gracias!
Un bar con un trato muy cercano. Es una casa con el bar en la planta baja.
Amplio, limpio y bien cuidado.
Además tiene un espacio fuera con mesas, sombrillas y algunos bancos.
Destaco el buen trato, la limpieza y que la terraza está muy bien cuidada, con plantas muy bonitas.
Nos encantó, ayer comimos 6 personas, Begoña nos guisó una carne de ternera con patatas al estilo tradicional, delicioso, y verduras de primero, todo ello de su huerta y de sus vacas,
Nos lo sirvió con gran solicitud y amabilidad , nos sentimos como en casa.
GRACIAS BEGOÑA🌹
Excelente,acogedor con muy buen trato.
Nos pusieron pote asturiano, carne guisada con patatas de postre flan casero.
Recomendable.
Comida casera muy buena.
Nos ofrecieron unos macarrones con atún y de segundo unos callos con patatas....
Estaba todo excelente...
Hemos pasado 15 días en uno de los apartamentos de Begoña y Eduardo, los dueños de este bar. Ha sido como estar en casa, como si fuésemos de la familia. Tanto los dueños como la gente del pueblo son muy muy acogedores. Además del entorno, el Parque de Redes y de su historia, la fabada y el cabritu d
Trato entrañable y atento, como estar en casa. Aunque no tenían para comer nos prepararon unos platos de embutidos buenísimos y nos pusieron un plato de lentejas de las que tenian para ellos que nos supo a gloria, buenísimas. Gracias a Eduardo y a Begoña, los dueños, por su amabilidad y por hacer t
Muy buen sitio, tanto para parar a tomar algo como para comer haciendo un encargo previo. La decoración del bar es preciosa, en madera principalmente, que encaja a la perfección con el entorno rural en el que se encuentra. El ambiente no podría ser mejor.
Lo mejor de todo, el buen trato recibido por
Paramos allí para tomar unas cervezas después de la ruta al Tabayón y la mujer que nos atendió es muy servicial y amable. Nos dio muy buena conversación, y muy amablemente nos respondió y nos contó historias antiguas del pueblo durante la guerra civil. Muy buenos precios.
Como estar en casa, nos han tratado como de la familia. Amabilisimos, entrañables personas. Hemos llegado sin avisar y han improvisado para nosotras una comida estupenda. Mágnifico lugar 100% recomendable. No os lo perdáis.
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