Vistas incomparables a los Picos de Europa y a todo el valle del río Ponga. Un lugar mágico para dormir, comer o tomar algo, siempre mejor con reserva, sólo hay dos habitaciones dobles disponibles
Impresionante sitio para descansar, Cristina es un sol y te atiende como si fueses familia.
Encantados con el sitio, fuimos unos días y mi hijo al día siguiente de volver ya preguntaba cuando íbamos otra vez.
Seguro que en cuanto podamos nos escapamos otra vez por allí.
Esta fue, sinceramente, una de las MEJORES experiencias que tanto mi esposo como yo hemos tenido en un hotel.
Cristina es una anfitriona y una chef increíble. Nos hizo sentir bienvenidos y como en casa.
El hotel tiene un menú delicioso.¡Todo lo que comimos estuvo muy sabroso !
La habitación era cóm
Una Delicia de casita rural comida espectacular y las habitaciones perfectas
Gracias Cristina
Os lo recomendamos para dormir en medio de las montañas
Habitaciones muy amplias,modernas y limpias, en un entorno espectacular.
No digamos la atención de Cristina... Una maravilla, encantadora,atenta y amable. Las comidas ( siempre por encargo) , espectaculares. Las mejores patatas al Cabrales, esos huevos de gallinas felices...las tostadas del desayuno
Hemos pasado el puente del Pilar en Taranes y por supuesto fuimos al bar de Cristina.
Nos hizo sentir como unos más del pueblo, es un encanto de mujer.
El paisaje que tiene este bar es maravilloso.
Volveremos sin duda!!
El hotel es sencillo pero tiene un encanto MUY especial y unas vistas ESPECTACULARES!! El trato de Cristina es intachable y además cocina de lujo!!! Eso sí,las verduritas, patatas ,tomates...son de su huerto.
Nosotros fuimos varias veces y siempre GENIAL.
Muchísimas gracias por todo!!!!
Las vistas..
Taranes es precioso, se respira paz!
Y Cristina te trata genial, estas como en casa.
Y su cocina... Madre mia las maravillas que hace. Se come de lujo. Sin duda recomiendo este sitio, estoy segura de que vuelves🥰
Todo un descubrimiento. Comida casera muy buena. Hay que reservar y encargar el menú con un día de antelación. El paraje es impresionante, en pleno Parque Natural del Ponga. La anfitriona, Cristina, que es la cocinera y repostera, una persona entrañable de trato familiar como si nos conociese de tod
Hemos encontrado el bar al hacer una ruta. La comida casera, muy buena y abundante. La cocnera y camarera, Cristina, es muy agradable y atenta. La camida se debe encargar el dia anterior. Para volver
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