Estábamos de turismo por la zona y nos apetecía salir a cenar a algún pueblo. Nos recomendaron este restaurante.
Se encuentra en el centro del pueblo, junto al castillo y la iglesia. Es fácil encontrar aparcamiento frente al restaurante.
El restaurante tiene una primera zona de barra con mesas, má
Muy buen restaurante para comer o para pasar a tomar algo si estás por la zona. El servicio es excelente: muy atentos y amables.
El menú del día es muy completo y con comidad de mucha calidad. Especial mención a la ensalada de burrata y las carrilleras. Terraza muy acogedora y ambientada. Hacen fal
Comimos fenomenal. Muy buena relación calidad-precio. Bastante cantidad. Volveremos!!
Buen Restaurante en la zona de las Arribes, un menú por 14 € , no incluye bebida, pero esta muy bien .
Tiene una carta con unos precios muy asequibles, y unos vimos de la tierra espectaculares.
Para mi gusto probar las albóndigas de rabo de todo, están espectaculares.
En conjunto un buen sitio para
Sin lugar a dudas el mejor lugar de las Arribes del Duero. Reserven, imprescindible. Relación calidad precio espectacular. La atención cercana. Déjense aconsejar. No les darán gato por liebre.
Repetiremos cada vez que vengamos.
Muy rico todo pero un poco escaso pero que vamos a pedir por 15 euros volveremos pronto
Cálido y acogedor, con productos de la zona y de una gran calidad. Se nota que dedican tiempo, trabajo y esfuerzo a la elaboración de sus platos y tapas (variadas y riquísimas). No tienen miedo a innovar y conservan lo mejor de la cocina tradicional. Además, la atención recibida es de 10, no sólo po
Lugar estupendo para ir a comer, es la segunda vez que vamos y el trato es muy bueno.
Pedimos entrantes y después secreto con patatas, y hamburguesa y brownie.
Sales muy bien comido y a un precio asequible.
Volveremos pronto 👌
Comida excelente y de calidad, con productos locales, frescos y caseros. Nos gustó especialmente la hamburguesa, con una carne muy jugosa. Además, sorprendente la torrija de postre que recomiendan, es algo que uno no se puede perder. El trato atento y caluroso, muy recomendable.
Sorprendente restaurante, situado en un pueblo pequeño. Los platos están muy bien elaborados, con productos de cercanía y cambian según la temporada. Cenamos en la terraza. Las camareras encantadoras, en especial Paula, que nos explicó perfectamente cada plato y nos hizo unas sugerencias estupendas.
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