Un lugar espectacular. Servicio y comida fantástica. Recomendable 100%. Tapas deliciosas y muy peculiares. Te entran ganas de pedir toda la carta. Acabo de estar allí y ya quiero volver para terminar de degustar lo que no he podido pedir pq no me cabía más. No sabría decir que tapa me ha gustado más.
Fuimos un sábado a medio día con reserva, y fue una experiencia muy buena. Las mesas fuera son en un callejón, un poco entre mesa normal/alta pero bien. La chica que nos atendió amabilísima, con un servicio eficaz y rápido. La carta amplia y variada. El carpaccio de presa no nos entusiasmo, pero los churros de bacalao y la ensaladilla bastante ricas, así como los montaditos que pedimos. De precio bastante bien, un poco más que la media de los bares en la ciudad (40 e dos personas sin llenarte mucho) , pero en general muy bueno
Curioso lugar para probar una propuesta diferente. Quizás un poco infradimensionados en cuanto a personal pues estuvieron un poco lentos. Lo que probamos estaba bueno, producto de calidad y buena elaboración. El vermut muy bueno. El tinto fallo la temperatura aunque buena referencia, descalzos viejos de Ronda.
Encontramos el sitio por casualidad.
Se trata de un local muy pequeño con pocas mesas en interior y barra. También tienes unas 4 mesas en un callejoncito estrecho que estaban llenas cuando nosotras fuimos.
Éramos dos para cenar. Se trata de un lugar con carta bastante corta pero con propuesta gastronómica diferente.
Pedimos la ensaladilla de gambones, pringá de pato sobre pan brioche, croquetas y burguer de pollo empanado.
La ensaladilla nos gustó muchísimo, de las mejores que he probado. La burguer de pollo también nos sorprendió, estaba muy buena.
Aunque a priori las cantidades puedan parecer pequeñas, la comida realmente sacia.
El servicio rápido y personal amable, no obstante, hacía algo de calor en el interior.
El precio total fue de 24,60€ (12,30€ pax), considerándolo como muy buena relación calidad-precio.
Lo recomiendo sin duda alguna, volveremos para seguir probando el resto de la carta.
En un rinconcito de Sevilla está este pequeño lugar donde la comida se sale de lo habitual. Con una carta inesperada, la mezcla de sabores atrevidos nos dejaron sin habla... ¡Para bien!
De precio excelente.
Serviciales y con mucha simpatía, recomiendo ir y sobretodo reservar, porque el sitio es pequeño.
Si hay alguna cosa que puntualizar son las mesas/sillas, que son bastantes incómodas cuando llevas un buen rato. Son muebles de tapeo donde solo estás un rato y te vas, pero para disfrutar y comer, la madera firme acaba por ser muy muy molesta.
Buen precio, calidad, servicio. Lugar tranquilo y atmósfera acogedora. Muy buena la ensaladilla de gambones con crema de huevo y el pan bao de atún, presentación de platillo y cantidad acordé a precio.
Buen lugar en Sevilla para picar o comer algo diferente pero de la tierra. La chica que nos atendió una crack y el cocinero un diez, lo que pedimos estaba buenísimo y el precio bastante bien para la calidad que tiene.
El negocio está muy buen ambientado y se está fenomenal, no es muy grande lo que lo hace bastante acogedor, está muy bien enfocado. Repetiría.
Nina Mondello Espinosa de los Monteros
+5
Cada vez que voy salgo de allí no solo con el estómago lleno, sino con el alma a rebosar de felicidad. No puede estar todo tan delicioso, debería ser delito. Sin duda un lugar en el que repetir todas las veces posibles. El servicio impecable, la comida excepcional y el ambiente inmejorable.
Una maravilla. Montaditos de pringá (ALUCINANTE), carrillá (contundente, pero vaya maravilla) y tartar de atún de 10. El chicharrón y su queso con miel de amontillado son entrantes que están bastante bien. Repetiremos pronto para probar el resto que nos faltan. Santi y su compañera son de chapó. Una gran experiencia para volver ya de ya.
Aquí se viene a comer y a disfrutar de una propuesta diferente. Si no estás abierto a lo nuevo y tu interés se basa en llenarte la barriga, igual mejor elige otro lugar. Ahora si estas dispuesto a que te sorprendan y que el mundo de la tapa se convierta en algo más que comer eres más que bienvenido. Buena música, trato personal, cocina pequeña pero llena de sabor. Recomiendo reservar.
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