Buen bar para echar unas cervezas y tomar algo. El bar es tipo abacería osea que no tienen una cocina muy elaborada, pero todo lo que probamos estuvo muy rico (tomate rosa, croquetas de gambas al ajillo y montadito pumarejo). Ideal si no tienes mucha hambre y quieres tapear algo mientras echas unas cervecitas. Además la atención de los camareros bastante buena, muy atentos y muy amables.
PD: A lo mejor no interesa pero una vez fuimos y pedimos la "ensaladilla clásica" que era de todo menos "clásica" (tenia pepinillo, cebolla...) y hoy hemos visto que han cambiado el nombre en la carta lo cual se agradece 👏🏻👏🏻
Nos ha encantado. Personal muy atento y amable. Las tapas muy ricas: croquetas y "papas aliñás" espectaculares, el brioche con tinta de calamar riquísimo también. Local muy original. Volveremos :)
Excelente carta, el chicharrón, los champiñones rebozados, el pan brioche con carrillada...todo muy rico.
Llevábamos tiempo queriendo visitar este sitio y hoy fue el día. En primer lugar nos encantó la reforma que han hecho del local, decorándolo como si de un comercio antiguo se tratara. También es de admirar la apuesta por abrir este negocio en esta zona, colaborando en la transformación de una plaza por la que hace unos años daba miedo pasar. Tomamos 3 cervezas muy pero que muy fresquitas, una original y rica tapa de ensaladilla "macareno" y 2 muy ricos montaditos vizcaíno y pumarejo. Precio total, 15,20€ (EXCELENTE). El personal, correcto, servicial. Aunque hay veladores en la plaza, nos sentamos en una mesa alta en el interior. Recomendable 200%
Mª del Mar Cobeña Ruiz-Lopera
+4
Estuvimos un grupo de 7 personas un viernes por la noche y salimos bastantes contentos.
Es una abacería, es decir, la carta se basa sobre todo en salazones y chaconas. Tienen tapas que no exigen una gran elaboración (ensaladilla, montaditos, aliños, etc). La carta no es muy extensa.
El interior del local es muy bonito, está decorado con gusto. Me llamó mucho la atención los carteles publicitarios de época que tienen en los muros.
Fuimos temprano y ya la terraza estaba completa.
Pagamos unos 70€. Pedimos croquetas, quesos, una tabla de chacina y patatas aliñadas. No nos pareció caro.
Los camareros estaban un poco lentos, pero hay que reconocer que había muchas personas.
Parece que había otro negocio más antiguo . Reformado con mucho gusto , conservando algunos elementos del negocio anterior . Me encantaron los azulejos de vinos . Probamos una única tapa , papas aliñás , abundante y muy buena . Mi mujer una cerveza , bien de precio. Yo , una manzanilla . La única que tenía era una pasada en rama . Buenísima. Pero a 4,50€ la copa ... acabó estropeándome la degustación .😕
Lugar encantado. Tapas de calidad excelentes. Precios adecuados a la calidad de sus productos. Excelente trato del. Personal. Un sitio para recomendar donde el encanto de su decoración su plaza muy conocida por los sevillanos y el parquecito para los niño donde disfrutarán.
MARIA ELDA CABRERA RIVEROL
+4
Fuera de carta: Ricos caracoles, albóndigas de chocos, salmorejo, carpaccio de gambas, brioch de bacalao con pan casero delicioso!!! No es un sitio barato pero la calidad es alta. Recomendado!
No se tapea mal.
Lo de es excesivo es el precio de 1 plato de tomate aliñado a 8€.
Servicio y los camarero muy bien y atentos.
Buen ambiente en la zona.
Sitio en pleno barrio macareno, muy cerca de la basílica, perfecto para tomar el sol primaveral en unas pequeñas mesas colocadas en una agradable plaza;También hay tres o cuatro veladores. Camareros extremadamente atentos y la camarera que nos atendió era súper agradable. Sólo el trato del personal merece la pena volver. La cerveza fresquita echada en un vaso ancho. Fenomenal. Carta algo corta pero más que suficiente para tapear. Pedimos varios platos, siento no haberles echo más fotos pero es que ni me acordé de lo a gusto que estaba. Pedimos media de ensaladilla de la casa: Una montaña espectacular y totalmente diferente a lo que me esperaba: Una maravillosa elaboración de las que te dejan memoria. Felicidades al chef.
Las albondiguillas de choco (las de la foto) muy buenas y finalmente pedimos un plato de varias chacinas, ojo con el chorizo, que te salta la lagrimilla. En resumen: un buen lugar donde sin duda volver en nuestra próxima visita a la capital de Andalucía.
Un local con historia dentro de un barrio histórico. En el interior puedes encontrar la entrada a un pozo (desconozco de qué época). Las tapas mezclan tradición y cocina moderna, con un resultado muy particular
Lo peor, la habitual en la zona: el aparcamiento es relativamente complicado. Mal detalle también tener los contenedores de basura justo en la puerta pero, evidentemente, no podemos culpar al local por ello 😅
Además de lo que esperas de una abacería, te sorprenden con los originales montaditos y con los guisos del día. Especial mención el montaito Acevichado de ternera y el Brioche de pollo. Camareros amables y eficaces. Muy buena cocina. Muy recomendable .
Francisco Hernando Ruiz
+5
Sólo he estado de cervecitas por la noche. La comida tiene buena pinta aunque no probé nada. El ambiente de la plaza en la que se encuentra bueno. La atención muy buena.
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