Bar con variedad de pescadito, pequeño y acogedor. Es muy pequeño pero se puede comer en la barra y estaba lleno igual que la terraza.
Muy recomendable para tomar unas tapas, estaba todo rico: el adobo buenísimo, la pavía y la pescadilla.
La caña fresquita y bien servida, y los camareros muy amables y rápidos
Y ponen altramuces de tapa, ¡¡muy top!!
Sitio típico para tapear por el centro. Su especialidad es el adobo de boquerones, y están muy buenos: medias raciones a 7€.
Tenía curiosidad por este archiconocido bar que da olor a toda la calle, y la verdad que estaba bueno.
Hay un sistema interesante de cola, que debes preguntar al camarero nada más llegar, para no hacer cola tontamente sin estar en la lista de los privilegiados.
Luego el servicio es muy rápido y eficaz. Experiencia en poner cervezas y tapas a toda velocidad tienen de sobra. Pero no es lugar para sentarte tranquilo a ver pasar la gente
Buen sitio para tomar algo y probar sus platos típicos.
Maria Cristina Contreras Lozano
+5
Se toma fuera en terraza siempre. Suele estar lleno y hay que esperar un pelín. El adobo es su especialidad y está muy bien. Un clásico.
De mis sitios favoritos de Sevilla. Bodega antigua, como un viaje al pasado. Sin que haga falta poner nada moderno está siempre lleno, mas que buenas tapas, buen adobo y huevas aliñás. Perfecto. Es tipico q vayan apuntando tu cuenta en la barra con tiza.
Bar emblemático de Sevilla. Parada obligatoria para tapear dentro, el ambiente es inmejorable. El adobo y las pavias riquísimas.
Es un sitio muy pequeño en el centro de Sevilla. Tiene su encanto porque se nota que es un bar antiguo y que se sigue llevando tal y como entonces. Al ser pequeño, se llena muy rápido pero aún estando llenísimo, los camareros eran INCREIBLES. Rápidos, atentos y serviciales. Realmente alucinamos con su manera de trabajar. La comida también muy rica y muy bien de precio.
Todo excelente. La atención . El servicio. La mística del lugar. La comida, los adobos, calamares, la ensaladilla, la caballa en mayonesa. Todo invita a quedarse. Los felicito. Un lugar realmente auténtico
Lugar pequeñito, ubicado en pleno centro de Sevilla, muy cerca de la Plaza de la Campana.
Ambiente agradable y con un servicio, por parte uno de los camareros, formidable. Quizás el otro profesional era menos empático, pero ese carácter de malahe, también gusta...
La comida, con respecto a otras veces, ha ido bajando escalones, pero aún se mantiene.
Los boquerones en adobo cada vez son más chiquititos jejejeje, pero mantienen el adobo de siempre.
Comer en la barra, es de lo mejor que hay, rápido y bien servido.
Así que volveremos, vamos, como siempre hacemos.
La tapita y la cervecita, de vez en cuando, en el Blanco Cerrilo, no puede faltar.
![4]( "Recensione")
Bar muy popular en el centro de Sevilla. Muy conocido por los boquerones en adobo, que sin ser los mejores no están mal. Al igual que el resto de las frituras. La atención a las mesas es especial. Emilio, omnipresente en ellas, tanto en el servicio a las mesas como en el control de las colas, que siempre hay, para ocupar una, es un referente histórico de los bares de Sevilla. Excelente profesional capaz de llevar todo el control de la terraza sin perder el buen tono y agrado con el cliente. Si no se tiene prisas y no se quiere comer excelencias es un lugar perfecto para disfrutar del tipismo de la zona. Carta muy reducida y sin grandes pretensiones en la elaboración del producto, pero se puede comer si no se busca más que lo que ofrecen. Si se tiene tiempo, es preferible esperar una mesa, el interior es muy reducido y, por lo general masificado. La relación calidad precio es algo desproporcionada, pero se debe tener en cuenta que no se paga únicamente el producto, también entra en el precio el lugar y el contexto en donde se encuentra. Muy recomendable si se conoce a donde se va.
Lo malo es que al ser un sitio pequeño se llena enseguida así que verás una cola de gente esperando a entrar o a sentarse en su terraza. Pero es que su pescadito lo merece y el adobo está muy rico 👍🏻
Una de mis parada obligatoria cuando voy al centro, pero con paciencia. Suele haber mucha gente. Para sentarte en los veladores debe avisar al camarero para que te apunte en la lista.
Boquerones en adobo, para chuparse los dedos. Los mejores !!!
Estaba hasta arriba de gente. Tip: si no te importa tapear de pie, suele haber hueco en el interior, si quieres sentarte, tienen las mesas fuera en la calle y siempre hay cola.
Bien de precio, bien el servicio y el adobo espectacular
Recomendable 100% Si vas a Sevilla es una parada obligatoria y la espera que tienes que hacer para sentarte fuera, merece la pena.
Hace años que conozco este bar. No ha perdido su esencia. Personal amable y rapidez al servir. Lleno, como siempre. Su plato fuerte, los boquerones en adobo. Y otro que me gustaba mucho es la pavía, aunque ha desmejorado bastante, mucho más pequeña y con menos pescado.
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