Fuí con mi pareja a comer el jueves, y la verdad que nos gustó el sitio.
La comida estaba bien, pero sobre todo lo que más nos gustó fué El solomillo al whisky, tenía una salsa riquísima, la verdad que nos encantó, repetiremos de nuevo nada más que por ello ya que estaba buenísimo.
También pedimos ensaladilla, que estaba bien pero normal, las croquetas también estaban ricas, pero lo que no nos gustó fué la rosada al limón que no estaba buena... ese plato lo dejamos casi entero...
Por lo demás hay detalles a mejorar, ya que es autoservicio y te Dan un papel en el que pone los platos sin precio para señalar si quieres tapa, media (no te Dan bolígrafo por lo que también tienes que pedirlo) pregunté por la carta con los precios y me dijeron que aparecían en el QR de los servilleteros, pero solo estaban en los servilleteros de dentro del local, en los de fuera no había QR y el camarero lo sabía ya que fué él el que lo dijo...(no entindo porque solo.hay dentro) así que me tuve que llevar un servilleteros de dentro y luego El camarero nos quitó el de fuera.
Relación calidad-precio bien.
El bar tiene 3 o 4 mesas en el interior y dos mesas altas, por lo que no tiene mucho espacio. Sin embargo, tiene una terraza exterior bastante amplia. La carta es extensa y variada. Tienen cartas de papel donde puedes señalar los platos que quieres pedir, aunque la carta con el código QR es más extensa y tienen tapas/platos fuera de carta. La comida toda exquisita. Recomiendo la ensaladilla de pulpo, buñuelos wakame y los caramelos de rabo de toro. El precio final fue 26,10€ para dos personas, ticket adjunto como foto. Los cuartos de baño están muy limpios. 100% recomendado :)
Comida excelente y casera con mucha variedad en la carta. He estado varias veces ya y cada vez disfruto de la comida y del servicio. Muy buen trato por parte de los trabajadores. A pesar de estar bastante concurrido, el servicio siempre es rápido.
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