La comida está buena aunque nosotros llevábamos un bono de Wonderbox y se le pierde el dinero al mismo puesto que si pides sin bono lo que te ofrecen, sale más económico. El servicio es muy bueno y todo muy limpio.
Pizza exquisitas a un precio bastante asequible, magnífico servicio para recogida de pedido.
Todo muy correcto.
Bacalao a la brasa aconsejable,
Espaguetis con queso también y la parrillada de verduras es abundante.
Relación calidad precio aceptable.
La cocina muy buena, muy auténtica, precios razonables, buena calidad y cantidad. No doy 5* por el ruido escandaloso que frecuentemente te encuentras, el día de la madre los camareros movían el mobiliario sin cuidado alguno siendo muy molesto, no hablo de mover una silla pero si casi unos de los salones, otras veces llegas un día de diario y te encuentras un autobús de turistas, entiendo perfectamente que es necesario facturar pero si que no encaja con un negocio de este perfil o categoría, al menos su carta y cocina así lo transmiten, recomiendo la pasta marinera y el crepé veneciano, el café se puede mejorar.
Fuimos a cenar a este restaurante porque nuestro alojamiento en Sevilla estaba cerca. Pedimos para compartir entre dos personas un plato de tortellini a la amatriciana y una pizza Siciliana. Fueron muy amables y atentos y nos sirvieron muy pronto. De postre probamos el tiramisú y la crepe veneciana. Todo riquísimo y nos quedamos saciadas. Buena relación calidad precio.
Atención ideal, super atenta.
Los platos deliciosos.
Probamos las croquetas de gambas y los saquitos de queso y gambas. Estaban ricos.
La pasta marinara le faltaba un poco de sabor, aunque era abundante.
Los faggotti de pera y queso, ricos, aunque a mi gusto un poquito bajos de sal.
Overall experience: 4/5
En un ambiente selecto se degustan platos sabrosos. El trato en todo momento exquisito.
Restaurante muy bien decorado, con decoración Italiana. Calidad precio estupenda. Buenas pizzas. El precio de los cafés nos pareció caro (2,50€). Recomiendo el Restaurante.
Se trata de uno de los restaurantes con más renombre y tradición de Sevilla, de hecho tiene otro local en pleno centro de la ciudad. Por fuera no parece nada del otro mundo, y la fachada está algo descuidada pero en el interior podemos encontrar una decoración elegante, sencilla y agradable para el comensal. La comida no está nada mal, con una relativa buena relación calidad precio aunque es cierto que a nivel de cocina italiana pueden mejorar muchísimo tanto en la calidad, sabores y presentación de los platos puesto que las pizzas no son nada del otro mundo, algo insípidas diría y la pasta tiene unas salsas sabrosas pero tampoco son de lo mejor de la ciudad. En cuanto a los precios, razonables sobre todo si ordenas comida italiana. Los postres bastante caros y con una presentación algo más elegante e incluso pomposa pero recomendaría cambiar de confitería porque, la tarta de chocolate por ejemplo no era nada el otro mundo. El personal es muy atento y agradable eso si. Los servicios están limpios y son bastante amplios. El vino blanco, sabía a manzanilla. En fin, que 33 euros dos personas no está mal aunque la calidad de la comida tiene mucho que mejorar o que volver al calibre que en su día le dio fama.
Alejandro, una persona con trato exquisito nos atendió, el sitio en un buen enclave cerca de la Plaza de España con una atmósfera con la solera de ser un sitio imprescindible donde pasar una velada, con una buena climatización y decoración clásica que he visitado desde hace más de 15 años. La cocina es italiana y mediterránea. Ensaladas muy ricas, las recomiendo todas, el pan de ajo ni se repite ni está aceitoso en exceso, las pastas, pizzas son grandes... platos en general son idóneos en tamaño y con mucho sabor. Recomiendo dejar sitio para los míticos postres para los amantes de lo dulce. Sí te gusta el Lambrusco recomiendo una botella, los refrescos de cola tienen un tamaño grande. Necesitas llamar para reservar, mejor que un e-mail al igual que si tienes una caja de sensaciones llevar la tarjeta con el código para canjearla porque las empresas la exigen. En general un clásico que recomiendo.
En la tónica de los otros restaurantes del grupo situados en Sevilla, el Restaurante San Marco no defrauda ni en servicio ni en calidad de la comida. Con unos precios acordes con lo que estás comiendo disfrutas cada bocado durante y después de la comida. Aunque no tiene la ubicación ideal del San Marco del centro ni el aspecto palaciego del de Nervión este restaurante sorprende por si estilo parecido a un café de los años 50.
Todas las medidas de higiene y seguridad se cumplen sin que ésto sea un impedimento para disfrutar de la experiencia
Por ultimo hablando de la comida, las pastas están sabrosas y con salsa abundante y no me pareció poca cantidad como indican otras reseñas. El pan de ajo delicioso a cada bocado. Volveré pronto para probar los postres!
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