Lugar muy bien decorado con mucho encanto. La atención excelente y la calidad de la comida buena. Está muy bien situado cerca del centro de Sevilla.
Como punto negativo la moda de cobrar los servicios que no has pedido y te llevan a mesa.
Un restaurante de gran calidad con servicio inmejorable, ubicación idónea y carta con una relación calidad precio excelente. Exquisito todo destacando la carrillada, hamburguesa angus, el rissoto con boletus o las pizzas.
La única pequeña pega es que quizás la comida podría estar más caliente ya que nos llegó templada.
Igualmente sus postres son deliciosos y ofrece variedad en su carta de vinos.
Inmejorable la decoración del local.
Hemos llegado hace un rato de almorzar en Martín Betún.
El local es bastante grande, con enormes cristaleras que dan a la calle; con una decoración elegante y sofisticada, y con una iluminación perfecta que hace del restaurante un lugar donde fácilmente te sentirás cómodo/a, te relajará el ambiente, y podrás disfrutar de la buena cocina junto con un servicio atento y dispuesto.
Comenzamos con el Rulo de salmón y ricotta con texturas de tomate y alcaparras. Muy original, y atractivo emplatado.
Continuamos con una focaccia de queso Fontina y pato gratinado con cubos de foie gras, que podéis ver en las fotos. El Fontina es un queso italiano con D.O con sabor intenso, que se utiliza principalmente para fundir.
De las pizzas, compartimos la Jardinera con calabacín, berenjena, cebolla roja, pimientos y pesto rojo. De las mejores que habrás probado, sin duda.
Como planto principalísimo, el codillo braseado y servido con chucrut, patatas y salsa de queso trufado. No os lo perdáis por nada del mundo. Aroma, sabor, terneza. No se puede pedir más.
Además, en la carta encontrareis pastas, risottos, gratinados, y un apartado de especiales que captará la atención de quienes seáis carnívoros/as.
Comentar también que tienen una carta de vinos de casi 40 referencias.
Elegir un postre es un dilema, porque te entran ganas de pedir todos.
Probamos el tiramisú de fresa con crumble de chocolate y helado cremoso con frutos rojos. Toda una explosión de sabores y colores.
Aun nos quedó hueco para la Tarta cremosa de ricotta y pera, con crema montada y cacao. Una delicia.
Este fue nuestro almuerzo en Martín Betún que, además, de precio está genial.
Un restaurante al que estoy deseando volver para probar el resto de la carta, y quien sabe…, para repetir el codillo.
De los mejores restaurantes a los que he ido últimamente.
El local está decorado con un gusto exquisito y la distribución da mucho juego para ir en grupos o en pareja. La carta es pequeña pero variada. nosotros tomamos ensalada de pulpo, abanico ibérico y dos postres. tan sólo por los dos últimos mereció la pena.
Las raciones son generosas y de muy buena calidad. La carne vino al punto, pero el timing un poco atropellado, así que no pudimos tomarla a una temperatura correcta. El ambiente fue agradable y tranquilo y el precio final acorde a la calidad y la cantidad servida.
No hay ninguna duda en que volveremos.
Macarena Pérez Jáuregui
+5
Comida riquísima de gran calidad, cantidad razonable y servicio muy atento. Hay muchas opciones para gente vegetariana.
La comida buena, pedimos focaccia (lo mas flojito), carpaccio, que esta buenisimo, pero lo mejor el caldero de arroz con bogavante y los camareros, muy atentos. Si vas a ir, reserva en el salon principal el sitio es precioso. Volveremos
MARAVILLOSO. Decoración, atención y servicio, amplitud, comida... Todo de 10. Solo tengo foto del tartar de atún pero todo buenísimo, a destacar el tartar y el huevo poché.
Sitio elegante, cuidado y con una carta excelente. Jueves y Sábado música en directo. Precios acordes con la comida y bebida. Un pero, el camarero que nos atendió toda la noche cordial y en su sitio pero a la hora de los postres nos dijo que la cocina cerraba 23 37 h, le pedimos 5 minutos y nos dijo que no, que debíamos pedir ya por lo que le dije que le dijera entonces que tenía de postre al no poder leerla. Las cosas de la vida no se la sabia. Pero un detalle no puede enturbiar un sitio magnífico
Espectacular la comida el servicio muy bien atendido...recomendable
Un sitio agradable con carta original y bien elaborada y una carta de vinos muy interesante.
Algunos días hay música en directo y es especialmente agradable.
Servicio agradable y eficaz.
La única pega es la poca luz de las mesas. Imagino que no será por ahorro Una cosa es crear un ambiente íntimo, y otra tener que estar todo el rato con el móvil para ver carta, contenido de los platos....etc
El emplazamiento es sublime, con música en directo al menos la noche que hemos ido. La comida es insuperable, recomiendo altamente el risotto.
Fue una grata sorpresa descubrir este restaurante, tiene una atmósfera particular y diferente a los últimos locales de moda (a pesar de no alejarse mucho estéticamente). La comida es variada y deliciosa, y el trato muy personal. El precio es adecuado a la calidad que ofrece.
Esta es nuestra segunda vez y nos ha servido para confirmar lo vivido en nuestra primera visita. La relación calidad-precio es muy buena. No nos ha dado tiempo a probar muchos platos, pero los que he colgado en la foto son geniales. El plato de “Gran capeleto romañolo con boletus...” está delicioso, la lasaña de verdura es de las mejores que he probado y por supuesto, no os perdáis la interpretación del chef del típico plato sevillano de garbanzos con espinacas y bacalao.
El local es muy cálido y su decoración inmejorable, quizá retocaría la iluminación de las mesas con lámparas de luz más estables..., pero poco más.
El personal de sala también estuvo muy atento en todo momento.
Sin duda, volveremos. Enhorabuena a todo el equipo.
Lugar muy arriesgado por su gran tamaño pero con una decoración y ambientación exquisitas.
La comina muy elaborada con bocados llenos de sensaciones.
Los precios acorde con la calidad y tamaño de sus raciones.
El servicio atento y rápido sin molestar.
La zona para aparcar entre semanas es relativamente fácil.
Una cocina espectacular, todo muy bien decorado e iluminado. Un lugar muy agradable, repetiré. La única pega es que el servicio está algo reorganizado, muchos camareros y poca eficiencia.
Buena comida. Ambiente íntimo (quizás a veces demasiado porque tiene poca luz cuando quieres ver el plato bien). Esta muy bien que algunos días haya música en directo
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