Típico asador castellano donde se respira la tradición de un buen asado en cualquiera de sus espacios. Sus opciones de carta son reducidas y allí se va a lo que se va: degustar el cochinillo o cordero asado, un verdadero manjar preparado con mucho cariño y que se nota en la excelente ejecución. Lo acompañan de ensalada para rebajar la contundencia y de unas patatas fritas caseras sabrosas. También pedimos para probar otro de los platos emblemáticos de la región, judiones de la granja. No podéis iros de allí sin probar sus postres, destacando cómo no, el ponche segoviano y exquisito arroz con leche. Muy recomendable!!
Muy recomendable el asador, el camarero un trato exquisito el cochinillo espectacular estaba en su punto, crujiente y se desacia la carne melosa.. muy a gusto. Por poner una pega nos pedimos una tarta de 3 chocolates dijeron que era casera, si con la calidad que tienen en la cocina y el bien hacer si esa tarta es casera ........?
Pero todo genial.
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