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A Casa De Carmen - Sarria - Álbum de fotos

Esta muy bien, sabanas de tela, lugar muy tranquilo, Nando es un buen anfitrión hace todo sencillo, se nota que sabe detrás de lo que está. Muchas gracias por disponibilidad y atención para todo. Te deseamos de corazón que tengas toda la buena suerte que te mereces....
Inmejorable trato por parte del hospitalero,Fernando. Todo han sido facilidades, necesarias en nuestro caso que vamos a caballo. Las camas y colchones nuevos, sábanas de algodón, súper limpio. Cocina a disposición del peregrino. Si vuelvo es parada obligada.
Perfecto en todos los sentidos , muy nuevo todo, cocina a disposición de los peregrinos, la opción de que te dé de cenar o comer y sobre todo la amabilidad de Fernando insuperable. Nosotros que vamos a caballo, prado y agua a disposición, ya cerrado. En definitivo todo perfecto, le doy la máxima pun
Fernando es la amabilidad en persona, siempre atento a que no le falte de nada al peregrino. Sábanas de tela siempre se agradecen. Recomendable para alejarte del jaleo de Sarria.
Primera parada de mi primera vez y no la última ,del camino De Santiago,que empezó con tanta ilusión y donde el dueño,Fernando,un chico encantador ,nos hizo una estancia maravillosa y que dejó el listón demasiado alto para el resto del camino.muchas gracias por todo,te deseo lo mejor
Difícil de superar la sensación sentida en este lugar. Pura magia. Fernando el hospitalero desprende tanta paz que se lo trasmite al lugar. O es al revés?😉
Experiencia inolvidable. Los dueños son un encanto, se nota que les satisface ofrecer sus servicios a los peregrinos. La comida que preparan es la mejor que he probado en todo el camino. Las instalaciones están impecables y muy bien adaptadas para personas con discapacidades. Además, el sitio es idí
Maravilloso lugar en pleno Camino de Santiago. Buen servicio y buenas instalaciones. 100% recomendable
De paso por allí, Carmen, la dueña, nos invitó a sentarnos a descansar a la sombra ya que veníamos sofocados. Nos trató como si fuésemos de su familia. Nos quedamos un rato allí pero tuvimos que marchar a seguir con la etapa, ojalá habernos quedado más allí; un sitio genial para parar con un trato e
Llegamos por casualidad ya que no teníamos constancia de su existencia. Metros atrás, el hombre moreno que comercia en una tienda de recuerdos nos dijo que no había nada más pasado su establecimiento. En fin... No puedo opinar de las habitaciones porque no nos quedamos a dormir, pero sí cenamos y d
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