Opiniones Markesa Izakaya

Restaurante de fusión Japón-Galicia. El resultado es cuando menos curioso. Fui dos veces a comer, la primera vez me pareció raro y que no tenía la categoría que pretendía aparentar. Aún así decidí volver y ya la segunda vez me pareció mucho mejor. Platos bien trabajados, con un toque personal y una muy buena atención por parte de los camareros. Para volver.

¿SE FUE LA MARQUESA DE SANTO DOMINGO?🤔 Izakaya Markesa nace totalmente renovado pero conservando la misma línea al estilo Japonés. Ya había estado anteriormente probando el sushi en alguna ocasión, en general la experiencia nunca fue mala pero siempre mejoraBLEe. No volví, más que nada porque se me hacía raro ver a la dueña siempre en la terraza con su cerveza en modo tertulia con quien se acercaba al restaurante, en lo personal hay veces que simplemente quieres entrar, pasar un rato agradable degustando sus platos y ya. Desconozco si sigue participando en el negocio en este momento. Sobre mi experiencia actual comentar que la entrada al local se hace agradable con una decoración cálida y que te invita a sentarte a pasar un buen rato. La música es electrónica y motivante. La zona de cóctel es muy atractiva y dispones de varias zonas para acomodarte, como pueden ser; barra, mesas altas y/o mesas bajas en madera maciza. La vajilla es oscura y bonita, nada rota como mencionan por ahí... Me llama mucho la atención los cubiertos en maderita, una opción ideal ya que se hace más higiénico y tienes la opción de comer con los palillos. La carta voltea semanalmente y en esta ocasión quise probar el ceviche y el pulpo con yuca, y solo puedo decir que estaban ambos deliciosos, en su punto y sabroso. El ceviche con ese sabor a cilantro y unas zanahorias cortadas a taquitos deliciosas, y como novedad para mí, esos granos de maíz perfectamente tostados, ummmm, no words! Tuvimos la oportunidad de hablar con el chef principal, Tomás, el cual muy amistosamente nos pregunto que tal todo y nos explicó sobre la elaboración de los platos que probamos, el mismo nos comenta que justo el postre de chocolate que estábamos tomando esta elaborado con una fruta latina que tiene sabor a café, espectacular! Al igual que nos presentó al chef de barra el cual prepara el delicioso ceviche. Para la próxima vez probaré el ramen y uno de sus famosos cócteles, sin dudarlo. Como sugerencia sería ideal añadir un poco de calidez y comodidad a la parte exterior, adecuando unas mesas y sillas o sillones cómodos, así como algunas plantas y flores y unos cenadores para hacerla más acogedora y llamativa, sin duda alguna sería todo un acierto y quedaría estupenda!Sobre los camareros, chicos jóvenes sin experiencia, pero... ¿Quien nace aprendido? Y ¿Quienes somos nosotros para obviar las oportunidades que se presentan? Nada que no se pueda arreglar con ganas y tiempo. Lugar recomendable. Visitado el julio de 2017

Experiencia super deliciosa, cocina fusión japo-gallego-peruano. Coctailes muy originales. RCP muy buena.

Fui con un menú degustación para dos. Muy buen trato y excelentes platos de fusión.

Comida muy rica, lugar un poco pequeño pero agradable.

Local decorado con muy buen gusto; la barra y la cocina a la izquierda (a la vista) y las mesas a lo largo del lado derecho, no son muchas y hay espacio entre ellas, lo que se agradece. Carta con sabores orientales de extensión justa, para una cena de dos personas llegan tres platos y un par de postres (a no ser que lleguéis con un hambre canina). Aseguraos de que os cabe el postre, vale la pena. Atención de 10, cordial y profesional a la vez. Te explican los platos, como si su aspecto no fuese suficiente para hacerte la boca agua. Precio medio tirando a alto pero eh, vale la pena. (Las gyozas de pulpo son sencillamente una pasada)

El local muy bonito. Ceviche y wok deliciososisimos. Pedimos un plato de sushi fuera de carta y estaba rico. De aperitivo nos pusieron unos pimientos de padrón que estaban un poco crudos y la mitad picaban y te dejaba ya el gusto un pelín atrofiado, no nos recogieron los rabitos de los pimientos y eso fue un poco raro. A pesar de eso local absolutamente recomendable.

Hacía tiempo que quería ir. Está en un rincón precioso de la ciudad. La comida peruana-japonesa fusión espectacular (¡por fin, probé el ceviche!) y el trato fantástico. Sin duda, volveré.