Menú degustación completo, con raciones contundentes y dos postres (tan ricos estaban que ni tiempo a hacer la fotos me dio). Es muy equilibrado, ofreciendo opciones más disruptivas y modernas en los entrantes, y platos clásicos para cerrarlo. Es posible añadir unos cócteles para cerrar la experiencia, con diferentes alternativas en función del día o de lo que busques. La crema inglesa con helado estaba espectacular. Además, el ambiente es muy acogedor.
Restaurante con una comida exquisita y de muchísima calidad. Precio justo a cambio de la misma y buen ambiente, así como unas recomendaciones excelentes. La crema inglesa es de los mejores postres que he probado en un restaurante. Me gustaría que las servilletas fueran de tela. Y para ser justos, he de añadir que la comida tardó bastante en salir; unos 45 min entre el primer entrante y los platos principales. Sin embargo, la atención de los camareros fue muy buena y considerada al respecto.
Fuimos a comer un grupo de 5 personas q estábamos de congreso en Santiago y nos encantó , producto muy bueno ,muy bien tratado y gustoso.
Cantidades bien y la atención exquisita.
El lugar es muy acogedor y tiene un patio muy coqueto ,pena q no pudimos disfrutar por la lluvia.
Si vuelvo a Santiago,desde luego repetiré
No puedo poner ninguna pega de este lugar! Un 10! En toda regla, tanto comida exquisita, servicio muy atento y amable un ambiente muy tranquilo y acogedor. A parte acogieron a nuestros peludos muy bien. Calidad precio 👌🏻. Cuando volvamos por Santiago volveríamos sin dudarlo .
Encontramos este magnifico restaurante cuando pasamos por Santiago. Buscábamos un lugar donde poder estar acompañados de nuestra mascota y nos acogieron un domingo sin reserva. El lugar es mágico, la entrada preciosa y el patio de cuento. La comida fue riquísima, todo exquisito y la atencion al mismo nivel que la calidad. 100% recomendado. Cuando volvamos a Santiago volveremos a visitarlo.
Fuimos mi pareja yo de cena de aniversario y la verdad que fue todo un acierto. De primeras tomamos unas cóctel que estaba buenísimo, dos entrantes (vieiras laminadas) y croquetas de chorizo y castaña . Luego un principal cada uno, todo buenísimo! Y la carne espectacular. Los postres igual,muy buenos. Tienen una terraza espectacular, si hace buen tiempo aprovéchela.
Fuimos por una recomendación y quedamos muy satisfechos. El servicio es excelente, súper amables y rápidos. Los platos que pedimos nos gustaron todos, la calidad del producto es notable. No creo que el objetivo de la cocina sea de fusión o innovación, pero aportan algún detalle original a los platos para salirse de lo cotidiano que nos gustó. Respecto a la relación calidad-precio creo que es la correcta. En general creo que el nivel medio de cada plato es bastante bueno, así que recomiendo visitarlo y creo que repetiré.
Decidimos acudir por las buenas reseñas que tenía en Google. No nos defraudó.
Aunque quizás podríamos decir que la atención fue un poco lenta, la calidad de los platos y la elaboración son excelentes.
Muy buen sitio para comer en Santiago, aunque un poco retirado del centro.
Si quieres comer bien, sentirte a gusto y disfrutar, este es tu sitio.
Llegamos de casualidad tras varios días haciendo el camino de Santiago, y no pudimos acabarlo de mejor manera.
El lugar es maravilloso, tiene un patio super acogedor, y el servicio es realmente espectacular.
Pedimos unas croquetas de chorizo y castañas, y otras de queso. Ambas estaban deliciosas, muy cremosas y sabrosas. También probamos un arroz con pulpo, cocochas y alioli de ajo asado, simplemente espectacular. La carne tampoco podía faltar, y nos decantamos por una croca a la plancha, que son piezas seleccionadas de reses de la comarca de Santiago, con una ternura y un sabor maravilloso, iba acompañado de chutney de tomate. Y para acabar su tarta de queso y chocolate blanco con mermelada de mirabel.
Todo eso más las bebidas y el pan no llegó a los 65€.
Fue un homenaje en toda regla, que ojalá, más pronto que tarde, volvamos a probar.
Hace unos días estuvimos cenando allí, desde que reservamos mesa por teléfono la atención fue de 10, pero es que cuando llegamos allí se convirtió en un 20.
Íbamos con dos perritas y a veces eso nos limita mucho los sitios donde poder acudir, pero aquí son Pet friendly en mayúsculas. Las trataron genial desde que llegamos, hasta las pusieron dos cuencos de agua, uno para cada una.
Tuvimos la suerte de que hacía muy bueno y estuvimos en la preciosa terraza, pero también se puede estar con ellas en el interior.
Una vez resaltado todo lo anterior, la comida es de una calidad excelente como la atención. El laminado de pulpo, el bonito de burela (estaba fuera de carta) fue indescriptible, la croca y el brownie, todo de 10.
La relación calidad precio nos pareció muy correcta, y ojalá hubiera más sitios como este, sobre todo para los que somos amantes de los animales.
Si volvemos por allí, repetiremos, y mientras tanto lo recomendaremos a nuestros familiares y amigos.
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