Dimos con este restaurante por casualidad, fue INCREIBLE absolutamente TODO! Eran como las 3:40 y como bien se sabe cocina cierra a las 4 y el restaurante estaba bastante lleno, aún así nos tomaron nota de lo que queríamos y nos han logrado dar una mesa. La chica que nos atendió fue de lo más amable y nos hizo varias recomendaciones, comimos rico y bastante además con buenas vistas y un buen ambiente. Los precios son los normales para ser un restaurante en la zona de la Magdalena, disfrutamos de la playa, buena comida y luego un estupendo paseo por el palacio y mini zoo de la Magdalena (la entrada al recinto del parque de la Magdalena está a escasos metros). Recomiendo al 100% este restaurante y todos sus alrededores.
Julia de Frutos Gonzalez
+5
Estaba todo muy bueno
Al pie de la playa y no pasas calor .
El servicio ,genial ,las dos camareras ,encantadoras .
Y la comida ,mucha variedad y muy bien hecha y muy bien servida.
Lo vimos por casualidad ,y nos gustó y volveremos, cuando volvamos a Santander
Recomendable cien por cien .
Precio ?
Asequible ,pero dan calidad
Nos gustó mucho y estuvimos muy agusto
Solo fuimos a tomar un café, y nos invitaron a tarta, estábamos de paso, pero, la terraza con vistas al mar es lo mejor, no tiene precio. Playa muy bonita.
La verdad es que nos encantó el restaurante. Veníamos de visitar el palacio de la Magdalena y nos vino de perlas que estuviese al lado.
Todo estaba riquísimo. Las flores de alcachofa nos encantaron.
Después de comer nos dimos un baño en la playa en la que está el restaurante.
Terraza muy agradable. Rabas muy buenas 🔝 Ensalada de burrata y corvina espectaculares. Torrija increíble! Gracias!!
Por cierto, nuestra camarera... súper atenta y correcta. Que también es muy importante
Muy amable gente. Navajas y camarones frescos y torrejas deliciosas. Solo hay que servir las rabas en otra forma que no pierden ser crujientes.
Eduardo Fernández Gutiérrez
+4
La verdad es que comimos bastante bien!
Paella de marisco y unos langostinos al ajillo, dos cervecitas, una botella de vino blanco (Beronia) y botella de agua.
Postre brownie con helado de vainilla.
Bonitas vistas y buena atención!
Sitio para comer cuando quieres disfrutar de un día de playa!
Un sitio muy recomendable, comimos de maravilla los platos abundantes
El tartar de bonito espectacular, como los arroces.
La atención muy buena por lo menos la chica que nos atendió y las vistas a pie de playa espectaculares.
Muy buen sitio en buena zona,rabas frescas y con buen sabor,calar sorprende las 3 texturas, no es barato pero volveria, tienen buen genero
Excelente opción gastronómica, las vistas son magnífica y la ubicación es perfecta
Desayuno de diez con vistas a la playa (sobre todo el pincho de tortilla de bonito con mahonesa). Una opción perfecta para empezar bien el día.
Fuimos a comer algo tarde y, aunque tuvimos que esperar un buen rato, mereció la pena.
Comimos un arroz con bogavante bastante bueno, croquetas y chipirones encebollados, que estaban espectaculares.
La camarera fue muy amable y el precio, aunque no es barato, está bien por la calidad de la comida y la ubicación del restaurante, en plena playa y mirando a la península de La Magdalena.
Muy recomendable.
Noelia nos dio un servicio de 10, muy amable. La comida estuvo bien, unos platos mejores que otros pero todo ok. Tiene su linda vista al mar. Si vas a comer un fin de semana de esta época, mejor reserva.
Restaurante a 150 metros de la península de la Magdalena está este pequeño restaurante a pie de playa, con magníficas vistas a la entrada puertaria del Puerto de Santander. La comida bien elaborada con muy buen sabor y las cantidades de las raciones generosas dependiendo de lo que se pida, comimos un arroz con bogavante para dos y el producto era fresco y de muy buen sabor, la cantidad era generosa, el resto de los platos la cantidad era comedida, pero sin duda todo estaba muy bueno. Supongo que el lugar en temporada alta estará muy lleno, en estas fechas estaba ideal.
Restaurante más bien estilo chiringuito. Está junto a la playa de la Magdalena. Para tomar un aperitivo o comer es un sitio muy agradable. En cambio para cenar es un poco tristón, no había demasiada gente y con las mamparas de cristal, que protegen del viento, casi no se veía la playa. El pescado que tomamos estaba bueno así como la ensalada, bien de cantidad.
El pan chicloso, no vale la pena, un horneado o un tueste le vendría bien. Como no está muy solicitado es fácil reservar para cenar en el día y para grandes grupos. Es un sitio más bien tranquilo. Los postres caseros, muy recomendables.
Preciosas vistas, buen servicio y comida riquísima
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