Un clásico de Santander. Comida sin pretensiones, clásica y bien hecha. No defrauda. Destacar la amabilidad del servicio sobre todo si lo comparamos con el resto de la zona que tienden a ser bastante abruptos y un poco maleducados. El personal del Alaska es muy amable a pesar de la presión a la que están sobretodo en temporada de verano. Es de agradecer.
Clásico del Paseo de Pereda de Santander. Nos ha sorprendido mucho lo bien que se come, y no los típicos platos combinados o sándwiches por lo que es más conocido, sino por otros platos fuera de carta que son espectaculares. Las alcachofas con foie y jamón, ventresca de bonito, bacalao, carnes… platos que nunca habíamos comido allí y que sorprenden. Muy buena calidad y buen precio.
La semana pasada estuvimos comiendo y pedimos por recomendación de Fran de Valladolid el chuletón y la ensalada de tomate y cebolla de Cantabria.
Todo estaba exiquisto incluido la ensaladilla y las rabas que aunque ya las habíamos probado repetimos.
Destacamos la atención recibida por parte de Fran de Valladolid.
Buena comida destacando sus sandwiches y servicio rápido y atento, sobre todo nuestro camarero Fran el vallisoletano... qué máquina!! Atendía las mesas a la velocidad de la luz y muy atento ofreciendo sugerencias de los platos!!
Cafetería en pleno paseo de Pereda, local no muy grande, pero con una buena terraza bien habilitada para las inclemencias del tiempo.
Buena atención por parte del camarero.
Disponen de una buena y amplia carta de raciones, bocadillos, sandwiches, ensaladas, postres y helados.
Precios acordes con la zona y la categoría de éste local.
Un amigo cántabro que vive muy lejos nos recomendó esta cafetería en la que tomamos una exquisita merluza rebozada y una fuente de tomates de Cantabria con anchoas. Comimos en la terraza bajo la atenta mirada de Chiqui que continúa al pie del cañón con si hijo Sergio. Nos atendió Fran (de Valladolid) un crack súper profesional atento a todos los que andábamos por la terraza y que debe recorrer bastantes kilómetros cada día a una velocidad de vértigo para atendernos a todos estupendamente. La comida, buenísima también.
La verdad que nuestra experiencia aquí fue genial, venimos de Madrid y la comida estaba buenísima, nos pedimos sándwich de pollo y de barbacoa(lo recomendamos 100%) y luego la tarta de queso y la tarta de selva negra, la recomendamos también al 100%. Nos encantó todo, además nos atendieron genial, dos chicas súper amable y un hombre un poco más mayor que era súper atento y súper simpático, así da gusto venir, si en algún momento volvemos a Santander volveremos aquí sin duda, recomendaremos el sitio a personas que vengan aquí. También nos dejaron un cuenquito para que mi peludita pudiese beber agua y se sintiera como uno más. En definitiva, el sitio nos encantó!!!
Magnifica terraza con buenas raciones y sandwiches. El servicio es bueno, aunque en algunas ocasiones lento.
Buen servicio y buena calidad de producto. Me parece excesivo llamar incompetente a alguien que está realizando su trabajo, no sé en que trabajarán algunos, pero la empatía no es su fuerte.
Paro con asiduidad en este local y no tengo queja de ninguno de sus empleados
Hemos comido muy bien, estoy de vacaciones en la ciudad y me recomendaron el bar , por parte del camarero Frank nos aconsejó para comer y todo muy rico y de muy buena calidad ,el camarero Frank muy atento y muy profesional
Buena cafetería. Nosotros degustamos unos buenos postres, buena ración de tarta de queso con un sabor muy bueno y unas tortitas que también están muy buenas, ponen una buena cantidad.
Los camareros muy amables y serviciales.
Para repetir.
Lugar de parada obligada en pleno Paseo Pereda de Santander. ¿Quieres desayunar?, Alaska, ¿quieres comer?, Alaska, ¿quieres cenar? Alaska, ¿quieres una copa? Alaska. Excelente atención al público. ¿Quieres un helado como nunca has probado? Pues Cantabria Exquisita (pegado a Alaska) en su enorme terraza.
Excelente relación calidad-precio. Muy buena ubicación y también disponen de camareros rápidos y profesionales. Recomendable !
Martes 04 de julio, 01:30 horas de la madrugada. Única cafetería abierta en Santander tras el impresionante concierto de Muse. Ciudad abarrotada de gente hambrienta. El camarero nos dijo que acababa de cerrar la cocina pero finalmente accedió a preparar el sándwich y además, nos atendió con amabilidad y profesionalidad. Al día siguiente también desayunamos en la terraza y todo muy rico. Gracias 🙂
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