![5]( "Recensione")
Mi pareja y yo descubrimos este sitio en nuestra primera visita a la ciudad y desde entonces siempre que vamos a Santander reservamos ya sea para comer o cenar.
Es un local pequeñito en el que se respira un ambiente muy tranquilo y familiar. El servicio es excelente y la comida aún mejor.
La oferta de la carta es muy original, con producto excelente y sabores complejos. Aunque tiene en su carta varios platos fijos suelen ofrecer alguna opción más basada en la disponibilidad del producto de temporada. En mi primera vista al restaurante me hicieron el mejor risotto que he probado nunca. Aunque todo lo que hemos probado de la carta hasta ahora no ha gustado deben tener una mención especial las zamburiñas, el tartar y la sardina ahumada.
Los postres no se quedan atrás, aunque no seas muy amante del dulce si vas a comer te recomiendo guardar hueco para probar la torrija ya que siendo un postre tan simple y popular consigue sorprender.
Se ha convertido sin lugar a dudas en uno de mis restaurantes favoritos.
Un lugar estupendo! Conseguimos mesa de casualidad, así que mejor es ir con reserva.
Nos encantó todo, la comida con una calidad de producto excepcional y la atención recibida inmejorable.
Sitio genial para comer/cenar por Santander. La comida estaba muy bien elaborada, no recomendaría uno en particular, todos tenían algo especial. Además la atención fue de 10. Sin duda repetiría.
Este restaurante me ha sorprendido.
Todo lo que hemos cenado está muy rico. Lomos de sardina ahumados, chipirobes con foie, rabas, zamburiñas con jamón de pato, lomos de bonito y todo acompañado se unas verduras tipo cebollino, calabacín cebolla, etc y unas salsas que mezclaban unos sabores y texturas con mucho sentido. De postre torrija con helado de turrón, muy rico.
Carta de vinos corta pero muy ricos. Aprovechamos para tomar vino blanco muy frío y encajó perfectamente con la comida.
Finalizamos con unos cafés e infusiones.
El local muy agradable y un ruido muy moderado.
Eso sí, reservar porque si no es muy difícil que te den mesa.
Toda la cena salió por poco más de 40 euros.
Beatriz Serrano Riesgo
+5
Lugar muy agradable, el servicio impecable y desde luego la comida increíble. Grupo de 9 personas y todos los platos estaban de 10. Tanto la cantidad como la calidad. Repetiré seguro además de recomendarlo.
Durante nuestra visita a Santander, hemos reservado para cenar en este sitio ya que habíamos leído reseñas muy positivas. Al llegar, lo primero que notamos es que es un sitio pequeño con pocas mesas lo cual hace que el servicio sea totalmente personalizado y atento. Nos dejamos guiar por las recomendaciones que nos dieron y la verdad es que nos ha sorprendido mucho, cada plato es elaborado al detalle y eso se nota. Hemos probado los ravoli caseros de cigalitas con salsa de cava, el risotto con espinacas y piñones, las zamburiñas con crema de chirivia y jamón de pato y de postre la torrija con crema de orujo . Todo estaba buenísimo, difícil elegir que es mejor. Lo que nos ha gustado mucho además, es que son muy cuidadosos con los tiempos ya que te van trayendo los platos en los tiempos correctos, sin llenarte la mesa de comida como sucede en otros sitios y final, nos han invitado a un chupito de crema de orujo. Si estáis de visita por Santander, es un must! Deseando volver pronto!
Raúl Rodríguez Carbajo
+5
Fuimos una pareja bajo reserva tras leer varias opiniones y no puedo poner un pero. Simplemente espectacular. Unos raviolis que se desahician en la boca, unas zamburiñas espectaculares y un rodaballo en su punto perfecto. Tiene opción de elegir medias raciones lo que te da opción de probar varias cosas. El postre muy bueno también. El servicio de 10, muy atento en todo momento. TODO PERFECTO
Ainhoa Fernandez de la Pedraja
+5
Fuimos a cenar dos personas habiendo reservado sin conocer el sitio y nos sorprendió. Estaba todo buenísimo, la atención perfecta y los platos originales. Lo que más nos gustó fue el risotto de cachón, espectacular.
Es un sitio pequeño y tranquilo. Lo recomiendo mucho, sin duda repetiré. Pagamos unos 30€ por persona y nos quedamos bien.
Restaurante imprescindible si visitas Santander, lo tiene todo ambiente agradable, comida exquisita, personal súper amable y un precio muy bueno. Si vais tenéis que pedir las zamburiñas, son unas de las mejores que he comido en mi vida. La camarera es la persona más profesional y amable que me he encontrado trabajando en un restaurante.❤️
José María Ojugas Real
+5
La carta no es muy extensa, pero lo que hay es de una calidad excepcional. El local está bien, sobrio y elegante, sin sobrecargas decorativas. Me recordó mis tiempos de adolescente, pues antiguamente era un pub en el que me tomé mis buenos kalimotxos 😄
La camarera que nos atendió era muy maja. Es necesario reservar ya que no hay muchas mesas y es fácil que esté todo ocupado. La comida como he dicho, estaba muy rica. Las zamburiñas mirad si estaban deliciosas que repetimos. Mirad las fotos y vídeos por si os sirven de referencia. El vino muy rico, todo un acierto.
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