Local bonito en un entorno precioso... es lo mejor que puedo decir.
De lo importante, la comida, ni fu ni fa... pedimos varios platos de fesols para probarlos y, si bien visulamente prometían, luego al probarlos apenas tenían sabor, una decepción.
Las albóndigas vienen 5 ó 6 en una cazuela pero sin
La comida no es nada excepcional. Pedimos unas ensaladas nada del otro mundo, platos de fesols que resultaron insípidos, albóndigas sin guarnición y unos piquillos que estaban ricos, pero que vinieron con trozos de plástico. Nos cambiaron el plato y no nos lo cobraron, pero aún así fue un fallo grav
El lugar esta ambientado en el cuento de las judías mágicas o eso creo, esta bien , me gusto, la carta un poco corta, pero realmente comimos bien, el servicio muy amable y atento , solo chicas .
Nos lo recomendaron y la verdad, fue toda una decepción, carta muy pequeña y cara para ponerte 4 fesols con tomate. No volveremos!
Comida sin más, raciones escasas, malos gestos... No volvería.
Buen servicio, las camareras muy amables, pero la comida es mejorable salvo los fesols,un poco caro relacion calidad precio. Limpieza bien. Admiro el riesgo de montar un restaurante de fesols como plato estrella pero si se sirvieran en plato hondo en vez de plano no perderian tan rapido la temperatu
Muy bien. El trato recibido de 10. La comida abundante. Cocina típica de la tierra. La carne la hacen a la piedra volcánica y lo más típico es comer los "fesols", judías blancas pequeñitas típicas de Santa Pau.
El pueblo es un encanto.
Siempre que vengo a visitar la Garrotxa es parada obligatoria :) trato muy amable, platos generosos y la especialidad, los fèsols, están buenísimos así como las carnes a la piedra volcánica. Relació calidad-precio muy buena. Sin duda, para repetir!
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