Me parece uno de los mejores sitios probar el ramen en la ciudad. En mi caso, es mi favorito de todo los que he probado.
El local es pequeño, por tanto, no hay demasiadas mesas, habra sitio para unas 14 personas dentro y otras tres mesas fuera. El local es muy coqueto y se puede ver cocinar al cocinero el ramen.
En este restaurante solamente hay ramen, y solamente tres tipos de ramen. Creo recordar que era un ramen de shoyu vegetariano, otro ramen de miso y y otro de shoyu de cerdo. En nuestro caso nos decantamos por las últimas dos. El cocinero nos preguntó si nos gustaba el picante, y al no ponernos de acuerdo, nos trajo un botecito en el que había alguna especia picante.
A nosotros nos gustó mas el shoyu de cerdo en principio, estaba sabroso y en su punto de sal. En cambio el ramen de miso nos pareció que estaba un poco soso, pero seguramente por no haberle echado nada de picante. Por tanto, nos decantamos por echarle un poco de picante a pesar de no ser yo muy fan de ello. Y el resultado fue que mejoró muchísimo el ramen.
El día que nosotros fuimos, solamente habia un trabajador en el recinto y tenía muchi trabajo que hacer el solo, por eso tardó un poquito en atendernos. Pero la verdad, después de atendernos, nos sirvió el ramen casi instantáneamente y fue muy amable.
En total pagamos 28.5€, cada ramen eran 14€ (miso) y 14.5€ el de Shoyu.
No se puede reservar con antelación, por tanto, dependerá de la cantidad de gente que vaya al local para poder comer o cenar antes. Sin duda es un lugar al que recomendaría ir en pareja o grupos pequeños.
Local clásico y acogedor ubicado en pleno centro del barrio donostiarra de Gros. El restaurante tiene una estética tradicional japonesa, con la típica barra para comer de frente al chef mientras prepara los distintos platos.
En cuanto a la carta, este local cuenta con dos tipos distintos de ramen (además de la opción vegana que no llegamos a probar), por un lado el miso ramen, con un mayor sabor y un caldo más espero; y por otro, el shoyu ramen, con un sabor más ligero y un mayor aroma a pescado. En nuestra visita probamos ambos tipos y decir que ambos estaban geniales desprendiendo un aroma tradicional por los cuatro costados, que no se puede encontrar en ningun otro local de ramen de la zona. Para terminar probamos los mochis como postre, de tarta de queso y de frambuesa, ambos con un buen sabor y textura, pero de notable menor calidad que los platos principales del local.
Recomendaría sin lugar a dudas la visita a este local por su excelente calidad a todo aquel que pase por la zona o venga a visitar la ciudad. Repetiremos sin dudarlo.
Restaurante pequeño, cásico y acogedor.
Hay que tener en cuenta que no hacen reservas.
El restaurante tiene una estética tradicional japonesa, con la típica barra para comer frente al chef mientras éste prepara los platos. El mismo chef es el camarero.
Cuenta con tres tipos distintos de ramen: miso ramen, shoyu ramen y la opción vegana.
Para terminar probamos los mochis de chocolate y tarta de queso como postre, ambos me sorprendieron por su sabor y textura.
Lo recomendaría sin lugar a dudas.
Es la segunda vez que vengo y repetiré sin dudarlo.
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