Marta Hernandez Sanchez
+5
Espectacular. Hoy se levantó el dia revuelto y aun así un buen paseo por la villa y acabamos aquí. Pedimos unos mejillones al vapor, un pulpo que estaban buenisimos y nos nimamos a comer un pargo espectacular. Eso si aqui hay que venir sin prisas más que nada para disfrutar del sitio y de la comida.
Lugar informal pero muy auténtico. Comida deliciosa a precio razonable. El servicio tiene una personalidad única y entrañable. 100% recomendado
El restaurante tiene una terraza estupenda justo enfrente de la playa. La comida muy rica y el pescado fresco y de calidad. No le pongo las cinco estrellas porque tardaron en servir el segundo plato. Además está bastante bien de precio.
Buen lugar, con variedad de comidas y un servicio súper agradable. Las raciones son grandes (con tres o cuatro cosas comimos cinco personas), de buena calidad y muy muy ricas. Tienen carta como es de esperar pero también hay cosas fuera de carta que entran por la noche o por la mañana como pescados o marisco. Hemos ido varias veces a este sitio a comer y cenar y la verdad es que no tenemos ninguna queja, hay cosas de temporada que están muy buenas y otras cosas que no son de temporada que no están increíbles pero que están siempre bien cocinadas lo que hace que tengan un buen sabor. Volvería sin dudarlo y lo recomendaría!
Típico bar de puerto con toda su idiosincrasia. Si estás de vacaciones y vas sin prisa, este es tu sitio. Si no es así, olvídate. Disfrutarás de la comida y del momento. Pescados del día, bien preparados, raciones para picar muy buenas. Y postres caseros mayormente, muy ricos. Y todo, servido por un camarero muy majo y servicial que se preocupa de aconsejar platos y después, de que no te falte de nada. Maneja él solito la terraza sin ningún problema, de ahí, el ir sin prisa, que él va atendiendo a todo el mundo y los platos no llegan fríos.
Aunque no tenía muy buenas críticas, probamos y muy bien. El trato del señor que está allí muy bueno. Y la comida muy rica.
Modesta taberna al pie del puerto, con su mesa de banco corrido donde la clientela habitual se reúne al final del día (alguno de ellos tiene pinta de estar silbando mentalmente "sitting on the dock of the bay"). Tiene pocas mesas. Las raciones bien, quizá algo justas.
paramos a tomar unos percebes de aperitivo y al final nos quedamos a comer y falto poco para que nos quedasemos a merendar y cenar. La cordialidad del dueño y la calidad de los productos, lo mejor.
Buen servicio, tipico gallego, las raciones un poco escasas pero como soy asturiana igual no soy objetiva, voleria porque el sitio muy tranquilo y precioso
Yolanda Martínez Álvarez
+5
Nos encanta se come genial 😍🔥🍽y el pueblo igual, namorei 😍
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