Un pequeño local acogedor con un gran servicio y una cocina excepcional. Un lujo tenerlo cerca de casa.
Una auténtica joya escondida. Carlos es un artista y junto con su encantadora mujer te hacen sentir un invitado muy especial a su casa, en donde decir que comí exquisito sería injusto y muy corto ya que toda la experiencia es extraordinaria! Si viviera por ahí me tendrían por lo menos una vez a la s
Perfecto. Comida y trato en sala alucinante. Totalmente recomendable. Menú por unos 50 euros con platos diferentes y de alta calidad. Una experiencia muy buena.
Local muy agradable y acogedor
La dueña Carmen así como Tamara la camarera muy amables
El menú muy digno y todo muy bueno
Pienso que antes de empezar a comer deberían informar a los comensales de qué se compone el menú, por si hay alguien como en mi caso que era alérgica a los espárragos
Un menú de
Pocos restaurantes poseen la redondez de este sitio.
Gran sala, gran comida, gran servicio, gran vino.
Carmen te atiende con cariño.
Carlos cocina como antes.
Sales y no te lo crees.... te dan ganas de volver a entrar.
Si no has ido ya tardas.
Un trato estupendo y la comida exquisita
La dueña Carmen un encanto todo el rato pendiente de que no nos faltará nada
Su marido Carlos ....madre mía que cocinero mas bueno ...se nota que pone amor en sus platos ....
Muchas gracias por su atención me ha encantado vuestro restaurante 😘😘😘 volveré
Una experiencia fantástica. Un menú muy equilibrado y excelentemente elaborado. El trato excelente. Don Carlos Oyarbide un Grande.
De lo mejor en la zona.
Producto, calidad, preparación, presentación y atención de primera.
Es un puntazo no tener que elegir, te sacan lo que hay y te sorprenden en cada plato.
On egin...!!
El mejor restaurante en el que he estado desde hace muchísimo tiempo, comida servicio y ambiente absolutamente fabulosos. Carlos es uno de los mejores cocineros que me han atendido, puedes ponerte en sus manos y que te ofrezca lo que el decida, ¡Éxito seguro!.
Todo muy bien ambiente muy relajado, hasta que a aparecido una cuadrilla que parecía que estaban en una cueva, falta de educación y respeto. Se rompió el encanto. Se que no es culpa del local.
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