Un endroit chaleureux, un patron qui vous reçoit simplement et généreusement. Des petites attentions pour les enfants et les adultes qui font très plaisir. Des assiettes gourmandes à déguster! Passez le voir...
Établissement généreux ! Reçues comme des amies ! Salées ou sucrées , les crêpes sont succulentes ! À essayer les sauces maisons incontournables comme les beaux yeux bleus du patron !!
Très bonne crêpes accueil et personnel agréable
Armand De Asís Molleja
+5
Los mejores creps que he probado (mejor que los de París y otros sitios de Francia). El señor cuida muchísimo el local y la calidad de la comida. Ademas, es súper amable. Cada vez que pasemos por Roses haremos parada asegurada.
Espectacular crepe de trigo sarraceno, el mejor que hemos comido. Somos 2 personas celíacas y nos ha sentado de perlas. Acompañadas de una sidra de origen francés deliciosa. Nos hemos llevado un par de botellas más para Barcelona.
Max, super hospitalario y empatico, un gran tipo y gran cocinero.
Volveremos seguro.
![5]( "Recensione")
La “Creperie Bretone Val de Rance” ha sido un gran descubrimiento, pues fuimos a cenar debido a la proximidad al hotel durante nuestra estancia en Roses y quedamos tan encantadas que tuvimos que repetir otra noche (y porque vivo en Alicante, que si no iría a diario porque sus crêpes son toda una delicia).
He de confesar que no soy de dulce, por lo que nos decantamos por un crêpe salado de jamón y queso, que puede parecer sencillo, pero su delicada elaboración, con trigo sarraceno e ingredientes de calidad, lo convierte en un manjar digno de dioses. Y no exagero, los dueños del negocio, padre e hijo forman un maravilloso tándem, pues combinan a la perfección su sentido del humor francés con unas manos expertas en este tipo de cocina.
El local está decorado con motivos franceses y colores alegres, que invitan a entrar y sentirte como en casa, ya que es pequeñito y muy acogedor. Tienen una música escogida con buen gusto y te aconsejan sobre qué pedir (de hecho, nos recomendaron no tomar la ensalada como entrante que habíamos solicitado, por el tamaño XXL de los crêpes). Incluso, nos ofrecieron un vino rosado de categoría superior al de la carta, por estar sin existencias, sin incremento de precio (lo que es un detalle para tener en cuenta).
Tras la comida/cena, obsequian con copas "generosas" de licores y en concreto, uno de ellos es el “chouchenn”, una bebida alcohólica tradicional y típica de Bretaña producida a partir de la fermentación de frutas y de miel. También quisiera destacar su sentido del humor, pues en ningún momento son maleducados, sino todo lo contrario, su trato cercano e informal les da un punto de originalidad en su trato con el cliente.
La verdad es que no entiendo cómo hay reseñas negativas, pues precisamente, si el tiempo de espera es algo elevado, se debe a la elaboración totalmente casera de los crêpes (no tienen las bases hechas como en otros sitios, sino que parten de cero en su proceso y se nota en el resultado: tiernos, calentitos y llenos de sabor).
En definitiva, gracias a la “Creperie Bretone Val de Rance” he disfrutado de todo un placer para los sentidos, trasladándome a la Bretaña francesa y haciéndome disfrutar de cada bocado.
Leurs crêpes sont si exquises qu'elles devraient être le péché des dieux!
Creps riquísimos, solo probamos los salados porque descubrimos el lugar muy tarde y se nos hacía mucho el pedir también dulce, pero nos hemos quedado con las ganas!!
Trato de 10, da gusto cuando te sirven así, con tanto cariño y dedicación. Se nota que les gusta su trabajo y eso es algo que falta mucho en la hostelería (en general). Volveremos!!! La sidra de Bretaña buenísima, todo un descubrimiento :)
Die Crêpes waren sehr lecker und der Cidre hat auch sehr gut geschmeckt.
(Traducido por Google)
Los crepes estaban muy sabrosos y la sidra también sabía muy bien.
Sitio muy acogedores donde comer crepes riquísimos. El dueño es un señor francés súper amable y prepara unos crepes, tanto dulces como salados, espectaculares.
Muy amable y cariñoso con los niños. El crepe de nutella espectacular. Pedimos café con leche y té con leche y ambos muy ricos.
El sitio es pequeñito pero hay movimiento y es fácil encontrar mesa. Precios bien acorde con la calidad. Carta variada tanto de dulces como de salados.
Hay opciones vegetarianas.
Ich war mit meiner Herzensdame dort essen. Es war der beste Crêpes mit den besten Apfel-Cidre den wir jemals gegessen haben. Unfassbar lecker serviert und der Geschmack einzigartig. Zudem ein sehr freundlicher Chef mit einem sehr zuvorkommenden Service. Der Preis war sehr gut und man bekommt etwas Außergewöhnliches. Ich wünschte wir hätten in unserer Heimat so eine wunderbare Creperie.
(Traducido por Google)
Cené allí con la señora de mi corazón. Fueron los mejores crepes con la mejor sidra de manzana que jamás hayamos probado. Increíblemente delicioso servido y el sabor es único. Además, un jefe muy amable con un servicio muy cortés. El precio fue muy bueno y obtienes algo excepcional. Ojalá tuviéramos una crepería tan maravillosa en nuestro país de origen.
Si visitas Rosas, la Crêperie Bretón Val de Rance, es un lugar que no podés dejar de lado.
De las mejores Crêps que hemos probado nunca, según el dueño, quien nos atendió como si fuéramos de la familia, están cocinadas con una receta secreta que no se puede decir.
Nos recibió con unas olivas y una copa de sidra de Bretone con un sabor dulce como debe destacar una sidra.
Las creps tenian sabor increíble gracias a una harina especial que usa. Tanto las saladas como la dulce, que nos preparó de cortesía junto a un chupito de hidromiel, se destacan por un sabor intenso y una presentación que deleitan.
El lugar muy agradable, limpio y con todas las medidas de higiene necesarias.
Gran variedad de creps y bebidas.
Sin duda, si pasamos por Rosas volveremos a comer una crep.
No suelo puntuar al máximo todos los aspectos pero de verdad que en este rinconcito de Roses merece la pena parar. Los crepes dulces y salados están increíbles, pedimos uno de queso gorgonzola y pepino y otro de jamón, huevos y queso emmental. Simplemente impresionantes. De postre cogimos el de mantequilla y azúcar y fue un acierto porque estábamos llenisimos, pero aún así lo disfrutamos. La sidra bretaña muy rica. Y la atención un 10. Ojalá podamos volver pronto.
Lugar mágico, creppes ESPECTACULARES, tanto saladas como dulces. El dueño además de ser muy agradable, está al frente del negocio y domina todo!! Repetiremos
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