Nunca imaginé que celebraría la nochevieja en un sitio así. Se ocupó de la reserva mi pareja y yo en ningún momento indagué ni busqué reseñas, nada, y la verdad es que resultó un acierto. Fué una agradable experiencia, tanto por el sitio, como por la atención y servicio de Mariam y Ramón, por la calidad y cantidad del menú, y sobre todo por el ambiente que se creó entre todos los asistentes desconocidos con los que compartimos mesa y dimos la bienvenida al nuevo año amenizados no con campanadas sino con un platillo de la batería. También he de mencionar a la cantante, que aunque no recuerdo su nombre y compartió mesa con todos, hizo que nos sintiéramos como en familia. Gracias.
Un sitio tan especial que repetimos dos noches seguidas. El espacio es único, con una decoración rústica y auténtica, intercalada con posters de bandas míticas del rock. La música era un regalo. La comida la mejor que he probado en la zona, y eso que allí se come bien en todas partes. Tienen opciones vegetarinas y adaptaciones. Y lo mejor, sin duda, las camareras. Divertidas, amables, cercanas y a la vez profesionales, hicieron de nuestra visita una experiencia memorable. Volveremos.
Casa con mucho encanto. Comida tradicional y atípica a la vez. Trato muy amable por parte de los dueños. Realmente te sientes como en casa. Buenas raciones. El precio se sube más de la media que los demás sitios de la zona.
Para mi un restaurante 10. Desde que lo conocí, cada vez que voy a Riópar quiero repetir. El personal es súper agradable, y el lugar con mucho encanto y personalidad. La salita de las ventanas panorámicas es súper acogedora y tiene unas vistas preciosas, te hacen sentir como en casa.
Por no hablar de la comida, algunos más elaborados que otros pero por lo general los platos con su toque personal gastronómico de la zona, y los precios asequibles.
No suelo poner reseñas pero para mí este lugar lo merece, más que recomendable.
Un lugar especial, con mucho encanto y muy acogedor. La comida ha estado deliciosa, desde las patatas a la lumbre con huevos, jamón y trufa hasta el cordero relleno. El servicio muy atento y simpático. Volveremos sin dudar.
Efrén Expósito Navarro
+5
Sin lugar a dudas, un restaurante que hay que probar si o si cuando pases cerca de riópar. Comida tradicional con un toque de autor que lo hace distinguirse del resto de lo que te ofrecen por la zona. El trato por parte del personal es inigualable, muy cercano, con mucha educación y con mucho conocimiento sobre lo que ofrecen. A destacar el atascaburras con crema de rebozuelo, no es nada parecido a todo lo que suelen ofrecer por la zona. Pongo 5 estrellas porque no hay 6. Bravo equipo!!!! 👏🏼
Le pongo un 10, aunque alguno de los platos no fue perfecto. El servicio excelente, el chico joven un encanto y además nos invitaron a un chupito (o los que quisiéramos ya que dejan la botella) de la casa que estaba muy rico, es de aguardiente con miel y hierbas de la zona. Probamos la milhoja de queso de cabra con helado de foie y sirope de anchoas , con confitura de pimientos... estaba bien pero he de decir que era un poco basta (no se puede llamar milhoja a un “sándwich” de queso de Cabra) y el foie no salía por ningún sitio... además que lo de las anchoas no me gustó; las migas de pan, muy ricas aunque con la panceta un poco potente de más... y el plato que más nos gustó: el guiso de judías pintas... simplemente espectacular. En cuanto llegamos nos atendieron súper bien y en todo momento preguntando qué tal todo, la comida (aunque soy algo pejiguero) es estupenda y el precio más que competitivo. Eso sí, necesitan mejorar en el café, aunque en un restaurante no es ni de lejos importante.
ESPECTACULAR. Sitio recomendado 100%. Es un restaurante muy pintoresco y con comida buenísima y en cantidad. Comimos un menú ENORME: unos primeros deliciosos, con platos típicos de Riópar (recomiendo, sobre todo, el "duelos y quebrantos"); de segundo: el secreto (espectacular) y de tercero, un yogur ecológico con mermelada de arándanos. Y el personal, súper amable. ¡Todo de 10!
Un sitio muy pintoresco, con la decoracion como en casa de mi bisabuela, me encanto. El trato del personal fue buenisimo y la comida espectacular con gran seleccion de vinos. Me encanto el postre "explosión de chocolate" y el cafe de cazo.
Pablo Andrés Gerbolés Sánchez
+4
Nos gustó mucho, comimos estupendamente
Javier Baltar Cabanillas
+4
Restaurante muy bonito y pintoresco con un trato muy bueno. La comida nos encantó desde los entrantes hasta los postres y cafés. El precio muy correcto y las raciones muy abundantes. No tiene menú. Volvería sin duda.
Raquel Revert (Revertsible)
+5
Todo súper bueno, con productos de la zona y propios de su huerta (su tomate, el aceite, los licores caseros, etc). Estaba tan rico que se me han olvidado hacer fotos para la reseña. Hemos pedido las patatas taberneras, olla de otoño y salmón a la brasa. Los postres caseros hechos con queso manchego estaban espectaculares. Podríamos haber bajado la cuesta rodando. La atención del personal un 10, se preocupan todo el rato de que estés bien. Para repetir.
Ambiente muy acogedor y familiar con una decoración rústica muy interesante. De la carta pudimos probar algún rico pincho y la paletilla de cordero que estaba espectacular. El trato estuvo al mismo nivel que la carta. Muy recomendable.
Comida casera, el menú tiene pocos platos pero todos son muy elaborados, el restaurante tiene mucho encanto, en definitiva volveremos!
Restaurante muy acogedor y original, la decoración típica de una cocinilla manchega.
Nos sentaron al lado de la chimenea que tienen en la parte de abajo, un trato amable y muy correcto orientandonos en todo momento llegando incluso a aconsejarnos que era demasiada comida recomendando quitar alguno de los platos.
La carta muy completa y la comida muy rica y bien elaborada, no te vayas sin probar las patatas taberneras y su helado de aguardiente 😜. Recomendable 100%100.
Magnifico restaurante de comida tradicional de la zona con toques modernos.Bonitas vis
tas al valle desde los ventanales que hay junto
a las mesas.Buen servicio por parte del dueño y genial calidad precio.Si siguen teniendo el ex
excelente orujo de miel que hacen casero hay
que probarlo.Decoracion del local pintoresca y
agradable.
Encantador, singular y acogedor
Una cocina muy casera y auténtica
Recomiendo las migas
Y las patatas taberneras, buenísimas
Y el trato inmejorable
Pedro Marquez Martinez
+5
Comida espectacular, todo elaborado de forma artesanal, un local muy bien decorado y el trato especial.... Para volver.....
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