Excelente. Los platos súper abundantes. Comida casera y muy bien de precio. Hemos quedado muy llenos que no nos ha entrado el postre, es la única pega, pero claro, una pega positiva, porque los platos eran tan abundantes que vamos, una pasada. El camarero muy amable. No sirven en terraza, es lo
Nos alojamos en la posada del Alba y nos recomendó cenar en la corralada y fue todo un acierto tres cenas hicimos comida casera raciones enormes sabor de la tierra , si queda de paso es un acierto ir porque son muy agradables y la comida es espectacular. Última cena probamos el Cachopo y vaya si que
El personal es súper amable. Las raciones abundantes y además muy ricas. De los postres no tengo muy claro. Tomamos chipirones, ensalada la corralada y los escalopines. Lo cierto es que muy rico. Además, como extra, cuenta con aparcamiento gratuito propio del restaurante. Recomendable y volveré segu
Cerraban la cocina a las 23h, acudimos a las 22:45h y nos atendieron igualmente muy amablemente. Ambiente familiar muy agradable, trato muy amable y eficiente. Las raciones son muy generosas y se nota que el producto es de calidad. Pedimos los chipirones a la plancha y las verdinas con marisco, todo
Muy bueno. Comida casera como dicen por ahí...en medio de la nada. Mucha cantidad pero te van a aconsejar ellos para no liarla. Con un cachopo comen 4 o 5 pax. La fabada muy rica. Los precios muy ajustados. El trato estupendo. Volveremos seguro.
Fuimos a visitar el mirador del fito y después buscamos un restaurante para comer bien. Al ver las buenas reseñas llamamos para reservar y fuimos. Es una maravilla de restaurante donde puedes disfrutar de un ambiente realmente rural alejado de todo y con una comida espectacular. El servicio muy amab
Me recomendaron este restaurante y, además de lo bien que comimos, descubrimos Alea, un pueblo precioso. Fuimos sin reserva y si que nos dijeron que algunos platos se tenían que encargar, pero aún así conseguimos comernos una fabada que estaba riquísima y un cabritu del cual la carne se separaba del
Sitio en un excelente lugar para admirar las vistas de las montañas, además está en un pueblo de tan solo 42 habitantes (muy bonito). La comida es de la zona, y en especial el cachopo y la carrillada están espectacular y tampoco te puedes ir sin probar la tarta de queso y de la nieta. La atención mu
Cocina de casa, sabores muy bien conseguidos, toda una sorpresa. Desde luego volveremos. En medio de la nada, en una pequeña localidad, ellos majísimos, y la comida inmejorable. Las verdinas con marisco con un caldo de muchísima profundidad y la verdina muy untuosa, y el cabritu para llorar, jugoso,
Un lugar para perderse, buscamos cerca sitios para comer. Tomamos Fabes y Verdines con marisco y de segundo cachopo, para compartir "Una locura"de bueno, no pudimos con todo y nos empaquetaron la mitad para llevar, postres de la casa, tarta de queso y de la nieta y por supuesto café con SACARINA, po
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