Buscamos donde probar un cachopo y no pudo ser una mejor primera experiencia. Era grande sin exagerar y fue perfecto acompañarlo con la ensalada de rulo de cabra.
El entorno es estupendo y muy tranquilo, alejado de toda posibilidad de bullicio.
El personal muy amable y atento. Te aconsejan sobre sus platos para que no te pases pidiendo y así disfrutes de ellos.
Por mi parte, absolutamente recomendable.
Sitio a cinco minutos de Ribadesella. El establecimiento es una casa acogedora y bonita y tiene terraza, aunque no admiten mascotas. En cuanto a la comida tiene una carta variada con platos tradicionales ( alguno de la zona como el Pantrucu), en nuestro caso, para cuatro, pedimos una de croquetas variadas , unas de cabrales y otras de compango (el rebozado un poco espeso para nuestro gusto), Pantrucu, los champiñones rellenos, un cachopo de jamón, y dos tartas de queso ( una al horno y otra fría). En general la comida estaba rica pero destacamos el Pantrucu, los champiñones y los postres (caseros).
La calidad/precio nos pareció muy buena, ya que todo eso, más agua, dos sidras ( la sidra estaba muy buena) y cafés nos salió a 21 euros por persona.
A destacar también el servicio, la camarera era muy maja y nos guío con las cantidades de comida.
Sitio recomendable
Muy buen sitio para comer, comida riquísima y un trato muy bueno por parte del camarero que se encontraba trabajando en ese momento, muy profesional. Lo único que se echa en falta que hubiera alguna ración algo más pequeña por si cada persona se quiere pedir un plato. Aun así nos apañamos muy bien y los postres también muy ricos, recomiendo la crema de limón.
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