Estupendo para ir a comer, cenar o tomar una cerveza. Unas vistas increíbles. Comida casera, abundante y sabrosa. Carta reducida con productos de gran calidad. Se puede estar con perro en la terraza.
Atención maravillosa 😊
Para comer por veintipico con postre, bebida y café
Impresionantes vistas, comida casera (platos combinados, tapas y postres) y muy amables. Se puede ir con perros. Buenas vistas desde todas las mesas de la terraza. Visita obligada si pasas por la zona.
Si quieres comer comida casera y a buen precio este es el sitio!! y encima vistas impresionantes!! nos atendieron muy bien, personas muy amables y atentas.Los perros son bienvenidos !!! Muy bien, volveremos seguro, seguir así!!!
La comida INCREIBLE. El personal genial! Las vistas sin palabras…. Hemos visto hasta Águilas mientras comíamos. Bar familiar de toda la vida… de los mejores en los que hemos comido!!!!!
Lugar muy tranquilo y con unas vistas espectaculares. Trato familiar. La carta no es muy extensa, basada principalmente en platos combinados con diferentes carnes a elegir y algunas raciones más. Calidad buena y postres caseros. Que más se puede pedir si además tienes un espectáculo gratis de aves rapaces sobrevolando el cielo.
Muy buen sitio para comer en un entorno precioso. La familia que lleva este pequeño restaurante es muy atenta, amable y agradable. El milano, que pasa volando por encima esperando a que la dueña lo llame, hace de este lugar, un sitio aún más especial. Volveremos sin duda.
Un pequeño restaurante super agradable en plena naturaleza. La carta es reducida, pero todo es casero y riquìsimo. Los dueños nos atendieron con mucho cariño. Las vistas de Ordesa espectaculares. Sin duda un lugar especial.
Espectacular restaurante familiar enclavado en el corazón de los Pirineos. La comida estaba deliciosa, con especial mención a una ternera de mucha calidad, las croquetas y las mejores natillas que he comido en mucho tiempo. Además, la terraza tiene unas vistas excepcionales de la montaña y las personas que lo regentan fueron muy amables.
Excelente lugar para comer o tomar algo con unas vistas increíbles. La carta es corta, raciones generosas y de mucha calidad. La familia que lo regenta son encantadores.
Amabilísiimos y atentos (a pesar de que llegamos algo tarde a nuestra reserva). Buen precio, todo muy rico.
Platos básicos pero generosos y ricos. Postres riquísimos.
Terraza espectacular.
Fantástico sitio para almorzar o comer. Una ensalada, algunas raciones y un buen plato de huevos fritos, patatas y carne a elegir (cordero, panceta, chorizo, etc). La terraza es un buen mirador del valle del Cinca. La familia que lo gestiona es encantadora.
La mujer que nos atendió era encantadora, un ambiente muy familiar. Además de unas instalaciones preciosas con unas vistas únicas.
En cuanto a la comida, comimos algo muy simple pero estaba rico.
El sitio y el personal muy agradable. Comida rica, especialmente la longaniza. Vistas impresionantes. Muy recomendable.
Vista espectaculares, comida casera riquísima y personal muy amable y atento. Un sitio muy recomendable!!
Muy buen sitio para tomar algo, por las vistas tan bonitas, por el trato tan bueno y por las tapas que estan muy buen hechas. Estaba lloviendo pero queriamos comer fuera, nos pusieron una sombrilla y nos quito el agua. Lo recomiendo 100% tambien buen precio.
La comida estaba muy buena, sobre todo las croquetas de Jamón. Vistas espectaculares. No se lleva 5 estrellas porque el trato fue soso.
Comida buena a precios exageradamente baratos a lo que te cobran en cualquier sitio con esas vistas o similar
Comimos rodeados de aves (águilas/halcones y buitres)
Con vistas a la montaña y con la sensación de acantilado
Prácticamente en plena naturaleza.
Comimos tabla de quesos.
Patatas bravas, croquetas (enormes) caseras muy buenas, ensalada y plato combinados.
Todo estaba muy bueno y el servicio muy bien.
Lo recomendados sin duda y si volvemos por la zona repetiremos.
Un sitio espectacular para comer, una terraza con vistas única y la comida muy buena, todo casero y un trato familiar. Para repetir siempre que vengas por la zona.
Una maravilla de sitio y una maravilla la gente que lo lleva. Después de varias malas contestaciones en tres restaurantes de la zona, hemos llamado por teléfono para comprobar si nos podían atender y desde el primer segundo nos encantó aun sin haber llegado.
La chica que nos ha servido ha sido un auténtico amor con nosotros y la cocina casera que practican realmente fabulosa.
Además, las vistas son un auténtico privilegio y hemos tenido la suerte de disfrutar de un espectáculo de cetrería totalmente improvisado gracias a la visita de un milano real que merodeaba la zona y a la que la camarera ha atraído con unos trozos de carne cruda.
Regresaremos sin duda.
¡Muchas gracias, familia!
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