Para poneros en contexto, mi hija y yo padecemos de una intolerancia poco común. Llamamos previamente al restaurante para avisar del inconveniente y reservamos. Al llegar al restaurante olía a incienso,lo que creaba una agradable experiencia. El chico que nos atendió fue realmente amble y nos recomendó unos vinos. Al traernos la carta, nos dieron una diseñada especialmente para nosotras con los platos que podíamos comer, algo que no podríamos haber agredido más.
El sitio en su conjunto es un viaje por sabores europeos, marroquíes y españoles. El restaurante es precioso, con una decoración andalusí, destacando la fuente central. La cocina está abierta y se puede ver como el equipo de chefs trabaja,algo que personalmente me gusta mucho.
La comida increíble, destacamos el postre, milhojas de chocolate blanco, lavanda, hierbabuena y dátil. Para finalizar nos ofrecieron un té de especialidad marroquí.
Los platos no eran caros, tenían un tamaño considerable y estaban deliciosos.
Una experiencia gastronómica inigualable,100% recomendable.
Increíble experiencia gastronómica, el sitio una auténtica pasada, el servicio al borde de la excelencia, todos los detalles cuidados al máximo y la cocina de Ezequiel espectacular, productos de primerísima calidad y ejecución de los platos perfecta, cantidades abundantes y relación calidad-precio de 10. De los mejores restaurantes en los que he estado. Recomendable al 100%.
La nueva localización le hizo ganar puntos aunque ya tenía bastantes. Comida muy rica, precio aceptable. Servicio inmejorable. Punto a favor los cambios de carta frecuentes que hacen que cada vez que vas es una nueva experiencia, repetiremos!
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