Sitio moderno y muy bien puesto. Los platos llegan en su momento, sin esperas entre uno y otro y cada uno es explicado por el camarero.
Yo probé el menú degustación y es muy recomendable, en particular los primeros platos, que son muy imaginativos y sabrosos. No los probé, pero los postres tienen un pintón.
(Las fotos son horrendas, pero para hacerse una idea de los platos, valen).
Comida excelente. Mucha calidad en la presentación y en los sabores, con una relación calidad precio excelente. Para descubrir platos nuevos con cada visita
Buenísimos vinos,poco habituales,interesantes.... el chico en la barra es muy amable, te aconseja, los aperitivos para vinos que me puso son muy agradables, se siente la calidad. ( Su aceite con especias para acompañar el vino es para chupar los dedos ). Volveré. Tienen también una terraza.
Comida buenísima y variada. Además la atención del servicio buenísima. Sitio recomendable a cuál ir.
Llevábamos tiempo barajando conocer este local que no llevaba mucho abierto.
Reservamos mesa y pedimos sentarnos en la terraza.
El local en sí no es muy grande pero gana espacio con la terraza (climatizada).
Creo que lo ideal para pedir es en plan raciones/tapas (no un plato para cada uno), lo cuál es más que recomendable para poder probar de todo y, comprobar que a cada opción, más rica y original.
El camarero nos aconsejó en todo momento, solo que no acertamos con las manitas de cerdo (no por culpa suya ni porque estuvieran mal hechas, es una cuestión de gustos de cada persona).
Por lo demás, todo fue perfecto.
La única pega es el tamaño de los platos, un poco escaso para el precio.
Buena opción en Pozuelo
![5]( "Recensione")
Hoy he tenido el privilegio de comer en Bite Club Pozuelo. Empezaremos por describir el lugar; situado en la entrada de la avenida Europa, muy cercano a la iglesia de Canaá, nos ofrece una terracita muy fina con un interior rollo soho de NYC. El servicio es excepcional, comandado por Juanjo, que consigue con su amabilidad y empatia una cercanía muy agradable, tanto que parece que estuviera en casa. Los chef David Roldán y Laura, ponen el broche de oro a una experiencia que sensorial gastronómica que faltaba en la avenida Europa. Me dejé aconsejar y se pidió lo siguiente : Un tomatito preñao de burratina con gel de albahaca, exquisito para comenzar. Continuamos con el minihuerto (mini verduritas sobre hummus de calabaza, tierra de aceituna negra y brotes de rúcula). Dos alcachofas confitadas a baja temperatura con aire té matcha y perlas de limón. Como algo más contundente, lomo alto con 40 días de maduración en cámara. Y para terminar un chocotex (chocolates y frutos rojos en textura. Con peta zeta de chocolate y gominola artesana); y una torrija rellena de chocolate blanco con helado de azahar y pétalos de rosa).....calidad en el género y en la cocción dignos de degustar.
Sorprendente. Carta escueta y platos muy bien elaborados. El servicio encantador
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