Francisco Solla González
+4
Comimos pulpo, calamares fritos, ensalada y patatas fritas (ya que las raciones no traen). Elegimos en la carta la opción de raciones para compartir, quizás la cantidad no era abundante para tres personas pero al menos estaba todo rico. La atención del personal buena, destacando el camarero joven que nos atendió en la terraza. Nos dejaron guardar los cascos y las chaquetas mientras visitábamos el castro, da gusto encontrar gente tan amable.
Fuimos a cenar un poquito tarde lo cual no supuso ningún problema. El trato del camarero joven impecable. Nos explicó con detalle los pescados que podíamos elegir y los demas platos para no pedir demasiado. Los calamares, a mi parecer, lo más rico de la cena lo cual no quiere decir que lo de más estuviera malo. Plato contundente de almejas a la marinera con una salsa riquísima. Para untar. Luego merluza para compartir dado que la sirven en rodajas. Muy suave y rica así como las patatas. Por último el flan de castañas, el cual no había comido nunca, bastante interesante de sabor y la tarta de queso al horno espectacular. Blandita y casera. He leído que es un lugar caro pero visto lo visto está en la media. Buenos productos, amabilidad lo mejor.
Excelente comida, recomendación especial de las almejas a la marinera y la empanada de pulpo, con una masa crujiente y riquísima. Situado al lado de Castro de Baroña, un lugar privilegiado. Sin duda, parada obligatoria.
Estuvimos dos personas y pedimos pulpo a feira y la ensalada más completa. Ambas cosas estaban bien en cantidad y calidad.
El servicio fue correcto y amable.
Comimos unas almejas a la marinera buenísimas y un entrecot tremendo, también muy bueno, el precio razonable. Personal atento aunque por ser festivo y mucha afluencia un poco desbordado.
Calamar fresco, carne blanda y rica. Picoteamos un poco y todo delicioso. Buen trato y buen ambiente.
Comida IMPRESIONANTE TODA, servicio rapido y buen trato, amables. Precio acorde a su calidad
Excelente restaurante con precios dentro de lo normal para la ubicación donde está. La comida y el servicio de 10.
Fuimos solo a visitar la historia y simplemente nos encantó después de esto el límite es el cielo
Excelente restaurante , justo al lado del castro de Baroña . Fui a la hora de comer y había bastante gente , seria recomendable reservar . Probamos la empanada de zamburiñas , almejas a la marinera , calamares fritos y un par de postres caseros, y todo estaba exquisito, ni un pero en esos platos . El trato del personal fue muy bueno. La relación calidad/ precio es muy buena . El restaurante es un poco caro pero es que la calidad de la comida es muy buena .
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